¿Se imaginan llevar a un niño que sufre acoso escolar o un problema conductual al psicólogo y que sea víctimas de abuso sexual por parte del profesional? Pues algo así podría haber sucedido en Ciudad Real. Al menos es lo que considera probado la fiscalía provincial que acaba de acusar de dos presuntos delitos de abuso sexual a un conocido psicólogo, muy activo por su beligerancia en escritos y charlas contra el bullying: P.J.M.C., de 63 años, para el que pide 17 años y medio de cárcel y medidas de libertad vigilada.
La fiscalía considera probado que este profesional, miembro del Colegio de Psicólogos de Castilla-La Mancha, se aprovechó de las sesiones de hipnosis que hacía con las dos menores denunciantes para hacerles tocamientos en los pechos y los genitales, aprovechando su estado de semiconsciencia y que sus padres no pasaban a la consulta.
De dos niñas de 12 y 11 años
El psicólogo está acusado de haber abusado con este ardid de dos niñas de 12 y 11 años. A la primera la trató entre mayo y julio del año 2016. Esta niña iba con su madre a su consulta una vez a la semana por déficit de atención.
El tratamiento consistía en una charla con la progenitora y después una hora de terapia a solas en su despacho, en el que según la fiscal del caso sometía a la menor a técnicas de relajación e inducción a la hipnosis, “sin conocimiento ni consentimiento de la progenitora, supuestamente dirigidas a mejorar su concentración, autocontrol y autoestima”, dice textualmente el escrito.
De esta forma se supone que se ganó la confianza de madre e hija y cometió los abusos, conminando a la niña a que no contase nada de lo que había pasado en la terapia.
La niña de 11 años se lo dijo a sus padres
El otro caso por el que está acusado es de noviembre de 2016 y la víctima una niña de 11 años que tras dos sesiones de hipnosis sí contó a sus padres lo que supuestamente le había hecho el psicólogo y destapó el caso.
Esta última menor, según considera probado la fiscalía durante la instrucción, ha sufrido tal impacto emocional que ha tenido que ser tratada en la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil por los síntomas “psicopatológicos que sufre”, en concreto un cuadro de trastorno ansioso depresivo.
La calificación preliminar de la fiscalía y el resto de partes es el pasó final para que el juzgado dicte auto de apertura de juicio oral, que todavía no tiene fecha (no será antes del año que viene).