Fue muy grande, eso sí, pero por suerte para Adrián Torres todo quedó en un susto, así como para sus compañeros, técnicos, directivos y también aficionados que vivieron el pasado sábado en el Quijote Arena unos momentos de enorme tensión. «Por suerte, no hubo fractura de hueso y se quedó en una gran herida», dice el portero del Vestas BM Alarcos, con unos 60 puntos de sutura en la zona superior de la tibia de su pierna derecha.
Como para todos los presentes, la acción en la que se produjo esa lesión fue muy rápida. Uno de los jugadores del rival, el Torrelavega, sacó directamente de centro hacia la portería aprovechando que el Alarcos había marcado jugando en ataque con siete. Adri Torres corrió desde la banda y se lanzó hacia la portería para evitar el gol, chocando con el poste. «Todo fue muy rápido, fui corriendo con todo. No sé con qué me dí, porque ya me vi en el suelo con mucho dolor en la pierna», cuenta el joven portero madrileño internacional con las categorías inferiores de España.
Ahí comenzaron esos momentos de tensión, con el jugador tumbado con gritos de dolor en medio del silencio en el Quijote Arena y con las caras de enorme preocupación de los que estaban en la pista y veían el estado de su pierna. De esos primeros segundos, que se alargaron cerca de media hora hasta que llegaron los médicos y la ambulancia y fue trasladado al Hospital, Adrián recuerda que «sentía mucho dolor, a la vez que mucha rabia e impotencia». También no olvida que su compañero Lucas Grandi le abrazaba para evitar que se viese la pierna. «Antes cuando me la vi pensé que me la había roto, me quedé en shock. En ese momento piensas en lo peor».

Afortunadamente, unas horas después llegaron buenas noticias para el joven meta: «Sentí un gran alivio cuando en el Hospital me hicieron las pruebas y el hueso estaba bien». Incluso, pudo pasar la noche en su casa y tranquilizarse después del susto vivido.
Ahora a Adrián Torres le toca esperar que esa gran herida cicatrice bien, con muchas revisiones como la que tuvo ya este pasado lunes. No sabe cuándo podrá volver a la pista, pero en contra de lo que pudo pensar en un primer momento, espera que no sea muy tarde y está seguro de que podrá ayudar al Alarcos en muchos partidos de la fase de ascenso, que arrancará la próxima semana en Burgos.
«Sí que voy a poder ayudar, estoy ya con muchas ganas», sentencia el madrileño de cara a esa segunda fase en la que el Alarcos arrancará colista con un importante déficit de puntos con sus rivales, entre ellos un Torrelavega que ganó ese partido de su lesión. «Todo sigue dependiendo de nosotros, sabemos que no nos podemos dejar puntos, pero estamos con muchas ganas y quedan muchos partidos», finaliza un Adrián Torres que dejó atrás junto con los presentes en el Quijote Arena un gran susto y que volverá pronto a defender la portería alarquista.