El aguilucho cenizo, el ‘ultraligero’ de las aves rapaces por su peculiar forma de volar planeando sobre el viento sin gastar energía, se enfrenta a un “dramático” declive poblacional. En veinte años el número de parejas reproductoras en España se ha reducido a la mitad (se ha pasado de veinte a cinco mil), y se prevé que la especie pase de vulnerable a peligro de extinción, como muchas aves asociadas a la agricultura.
“El declive es enorme”, asegura Juan Carlos del Moral, coordinador de Ciencia Ciudadana de SEO/BirdLife, que pide cambios en la política agraria común, algunos “tan sencillos”, dice, como retrasar unas semanas la cosecha del cereal. “El aguilucho cenizo hace sus nidos en la siembra, cuando el cereal madura los pollos todavía no han abandonado el nido, bastaría con retrasar la cosecha unas pocas semanas para que vuelen y sobreviva la población”.
Menos herbicidas que matan el alimento
La Sociedad Española de Ornitología también propone llegar a acuerdos para no usar tantos herbicidas y pesticidas “que matan los insectos que consumen las aves y nos llegan a nosotros en el alimento”, explica Del Moral que aboga por una explotación agrícola “menos intensiva y más sostenible”.
Introducir esos cambios a la hora de cosechar serían muy importantes en regiones como Castilla-La Mancha, que según SEO/BirdLife cuenta con la mejor población de aguilucho cenizo de España.
El estudio más detallado sobre el comportamiento del aguilucho
Para ayudar a cambiar la tendencia, SEO/BirdLife acaba de publicar la monografía ‘Comportamiento espacial de la población de aguilucho cenizo’, con análisis científicos del Instituto de Estudios Cinegéticos (IREC) de la Universidad de Castilla-La Mancha en Ciudad Real.
La nueva publicación, que se ha presentado este jueves en el IREC, recoge el estudio más detallado hasta ahora sobre el comportamiento de la especie, incluidos aspectos desconocidos, gracias a nuevos dispositivos de seguimiento electrónicos que permiten saber cuanto tiempo se están moviendo durante el día, donde duermen, cuando empiezan a criar, cuando termina la cría, qué área de ocupación necesitan para desarrollar a los pollos y cuando se dispersan. “También sabemos la línea exacta por dónde han hecho la migración”, asegura Del Moral.
“Está capacitada para cruzar grandes zonas marítimas”
Hasta ahora se pensaba que el aguilucho cenizo, por su peculiar forma de planear, no podía hacerlo en grandes trayectos marítimos, sino solo por el continente, y que cruzaban a África en sus migraciones por el Estrecho de Gibraltar, “hemos descubierto que pese a ser un ave planeadora está capacitada para cruzar grandes zonas marítimas, y que muchos de ellos han cruzado a África sin pasar por el Estrecho”.
El estudio monográfico ha permitido conocer también los sitios de parada en los que se pueden hacer reservas para garantizar la conservación de la especie. “Era fundamental identificar estos puntos, pero también dónde crían en la temporada de primavera verano”, remarca Del Moral.
Solo cuatro o cinco meses en España
Además se ha sabido que que esta especie permanece solamente cuatro cinco meses en España, mientras que el resto del año lo invierten en sus movimientos migratorios y zonas de invernada.
La publicación, que han presentado en el IREC Beatriz Arroyo, la directora del centro y Fernando García Sánchez, de la Fundación Iberdrola que ha colaborado en el marcaje de las aves, se ha editado en papel, y también está disponible online.
Visualizar el recorrido de todos los ejemplares
Además en migracionesaves.org se pueden visualizar los recorridos de todos los ejemplares, activarlos y ver su avance en el tiempo. El análisis de datos parte de una investigación del IREC con información de 61 ejemplares de diferentes edades y de ambos sexos, distribuidos por las principales áreas de cría de las mesetas castellanas, Extremadura o Andalucía.