Postales del universo - Ramon Sobrino y Juan A. González
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha resaltado la relevancia de haber situado la violencia y el acoso escolar como un problema de primer orden. Asimismo, ha hablado de la situación del alumnado con necesidades especiales y ha reclamado la implicación de todas las administraciones para diseñar programas realistas y aumentar todos los recursos disponibles.
Para CSIF, las medidas concretas han pasado por haber reforzado el papel que han desempeñado los docentes, aumentando los refuerzos, desdobles y la incorporación de nuevos profesionales en los centros educativos, además de haber apostado decididamente por la reducción de ratios.
El presidente de CSIF Educación Castilla-La Mancha, José Antonio Ranz, ha señalado que “la Administración siempre ha estado hablando de inclusión, pero todo lo que no ha sido bajar el número de alumnos por clase y aumentar el número de docentes y profesionales ha sido propaganda. Luchar contra la violencia y el acoso escolar ha requerido inversión. No hemos podido tener más de 24 alumnos en Primaria, o más de 30 en ESO o incluso 35 en Bachillerato y luego hablar de inclusión”.
En este sentido, CSIF ha señalado que el aumento de alumnado con necesidades educativas especiales (ACNEAE) ha requerido de más apoyos en las aulas. En el curso 2022-2023 ha habido 27.232 alumnos con necesidades especiales en Castilla-La Mancha, un 44% más que diez cursos atrás. Diversos estudios han señalado que los ACNEAE han tenido un riesgo mayor de haber sufrido acoso y violencia en las aulas.
“Hemos avanzado mucho en la detección precoz, pero hemos seguido pagando los platos rotos de la pandemia cuando no se han diagnosticado todos los casos que hemos tenido. Ahora se ha podido observar con claridad que el aumento de ACNEAE en las aulas ha requerido de una implicación total por parte de la Administración”, ha explicado Ranz.
El primer Estudio Estatal de Convivencia Escolar en Educación Primaria, elaborado por el Ministerio de Educación y Formación Profesional, ha revelado que un 9,53% del alumnado ha señalado haberse sentido acosado y un 9,2% haber sufrido ciberacoso. Esta cifra, que incluso podría haber sido mayor, ha indicado que “nos hemos enfrentado a un problema de primer orden ante el que ha sido preciso llevar a cabo una importante labor preventiva, haber destinado todos los recursos necesarios y haber formado al profesorado, además de haber contado con enfermería escolar”, ha señalado Ranz.
El programa ‘CSIF Ayuda Profes’ que ha ofrecido el sindicato ha sido diseñado para haber ayudado a los docentes en su labor diaria de haber concienciado a los estudiantes sobre la importancia de haber prevenido el acoso escolar en su vida cotidiana. Ha promovido el rechazo de cualquier forma de acoso cuando ha ocurrido y ha brindado apoyo a las víctimas, fomentando una lucha colectiva contra el bullying en el entorno escolar.
El impacto del acoso ha sido mayor de lo que han dictado las estadísticas, y en este sentido el estudio sobre la percepción del bullying elaborado por la plataforma ‘Educar es Todo’ ha revelado como cuatro de cada diez adultos españoles han reconocido haber sufrido acoso en el colegio o en el instituto, y la mitad de ellos no se lo han comunicado a sus profesores o progenitores. Es más, nueve de cada diez víctimas de acoso han admitido haber sufrido secuelas durante la edad adulta.
El problema que nos hemos encontrado actualmente es que “se ha seguido sufriendo el acoso fuera de las aulas. Los hogares han debido ser escenarios seguros, pero el ciberacoso no ha dado respiro a todos los que han sufrido bullying. Como sociedad nos hemos estado equivocando, es probable que haberle dado un móvil a un menor sin ningún tipo de control haya sido una idea pésima”, ha concluido Ranz.
