Cuando desde los diferentes ámbitos se involucran en un objetivo común, se logran “milagros” como ManchaCómic, un festival muy participativo con la vitalidad, fuerza e ilusión de los números aficionados que llenan los Jardines del Prado, destacó este viernes la dibujante madrileña Ana Miralles en la apertura de la VIII edición del Salón del Cómic e Ilustración de Castilla-La Mancha, donde fue homenajeada por su amplia trayectoria de proyección internacional.
De manos de la teniente de alcalde, Pilar Zamora, recibió el III Premio ManchaCómic Miralles, que consideró “todo un orgullo” participar en este evento y aseguró sentirse “muy honrada” por el galardón ya que en su oficio cada proyecto es un “nuevo reto. Nunca puedes estar seguro que todo lo que has hecho te dé carta blanca para conseguir los mismos éxitos y resultados. Hay que seguir luchando y peleando” y este premio le da “ánimos e ilusión” como para esperar “seguir trabajando los próximos treinta años”.
Miralles, con una trayectoria que comenzó a principios de los años 80 y emblemáticos títulos como ‘Marruecos, mon amour’, ‘Eva Medusa’, ‘En busca del unicornio’, ‘Djinn’, ‘Wáluk’ y ‘Muraqqa’, destacó que “ahora somos más” sobre la creciente presencia femenina en el sector. Cuando empezó, “éramos muy pocas”, el producto era muy diferente, sin apenas referentes y escasos héroes femeninos, lo que llevaba a muchas a identificarse más con el personaje masculino. “Yo era el Capitán Trueno, no Sigrid”, cuando disfrutaba de sus aventuras, confesó, para apuntar que el cómic afortunadamente se ha expandido e incorporado referencias de otras culturas como el manga o la producción franco-belga. No obstante, señaló, para ella lo importante no es el género del protagonista, sino centrarse en divertir, comunicar con el lector y contar “una buena historia”.

Respecto a la relación con las instituciones y cómo se veía antes el cómic como un producto underground, oscuro, selecto o para iniciados, cuando siempre ella lo ha presenciado y tratado de transmitir como “algo abierto, luminoso y enriquecedor”, destacó que se han pasado años de sequía en un sector que estaba como en el limbo, sin representantes, de ahí que desde la Sectorial del Cómic se esté trabajando con los representantes institucionales, en los cuales ya han encontrado “otra receptividad”, para propiciar su llegada a las aulas, las bibliotecas y que haya ayudas a editores, traducción, promoción de obras y becas para autores.

Desde la Sectorial, “buscamos hacer crecer el cómic y que ocupe el lugar que se merece en la cultura”, expuso Miralles, que este sábado por la tarde participará junto a Meik y Alicia Palmer en la charla ‘Lucha feminista en el cómic’.
Miralles fue felicitada por Zamora, que expresó su satisfacción por el éxito de público de ManchaCómic, evento que siempre ha contado con el respaldo del equipo de Gobierno y que logra que la ciudad se transforme con la alegría y entusiasmo de jóvenes con ganas de participar y disfrutar de las actividades y atractivos de este encuentro, entre los que destacó la exposición de ilustraciones del cómic ‘Amelia’, que denuncia la trata y la prostitución, y la presentación de la reedición de la historia de Ciudad Real en cómic de Víctor Barba. “Ciudad Real llena un cómic y ManchaCómic llena Ciudad Real”, resumió Zamora.

Marta Crespo, de Globalcaja, también se congratuló tanto por la puesta de largo de esta nueva edición de la obra de Barba como por la vitalidad del Salón del Cómic, cuyo director, Ángel Serrano, animó a disfrutar a lo largo del fin de semana de las numerosas actividades desplegadas en el antiguo Casino y los Jardines del Prado.
