Los anglicismos se encuentran hoy en el discurso cotidiano de las personas españolas de todas las edades. Estas palabras extraídas del inglés, no son un fenómeno reciente, aunque con la globalización y los avances de la técnica y la tecnología, se han convertido en un fenómeno intergeneracional que puede provocar, incluso, problemas de comprensión lingüística entre personas hispano hablantes.
Desde ambientes técnicos como el mundo de la comunicación o la ingeniería, hasta en la moda con palabras como ‘fashion’ o fiestas como las ‘baby shower’ (fiestas de «enseñar» el bebé) o las ‘gender reveal’ (fiestas de revelación del sexo del bebé). También encontramos anglicismos en lo más básico del uso habitual con palabras como las archiconocidas ‘bro’, ‘follow’ o ‘check-out’.
No se pueden olvidar mencionar nombres de aplicaciones como Whatsapp (en manchego ‘el wasap’), que proviene de la expresión ‘what’s up’, o Facebook (en manchego ‘el feisbuk’) que proviene de la unión de las palabras ‘face’ que singnifica cara, y ‘book’ cuya traducción es libro, o la misma palabra ‘app’, que se no es más que un apócope de la palabra inglesa ‘application’, traducido al castellano, aplicación.
Para entender este intrincado galimatías de conceptos con o sin sentido según para que lector o lectora, Lanza ha entrevistado a Cristina Sánchez, una joven manchega de 23 años, filóloga inglesa, con varias participaciones en proyectos de inmersión lingüística, y profesora de inglés y francés en una famosa institución de la ciudad.
¿Anglicismos con acento manchego?
Para comprender la situación en la que el castellano se ve inmerso hoy en día con los anglicismos, es interesante primero comprender qué es y para qué sirve un anglicismo.
Cristina Sánchez ha explicado de forma sencilla que este fenómeno, en inglés o en cualquier idioma, viene a cubrir la necesidad de una palabra para un significado o fenómeno, ya sea por:
- La no existencia en castellano de la palabra que lo describa, por ejemplo, nuevas palabras que surgen para nominar inventos o avances tecnológicos.
- Por un cambio en los matices que definen a la misma, como por ejemplo ‘stalkear’, que viene de la castellanización del verbo to stalk (Acechar) y que describe la acción de ‘cotillear’ o espiar a una persona a través de redes sociales;
- Por sustitución por razones de jerga o moda, generacionalmente, por ejemplo, se ha sustituido la expresión ‘tío’ de la generación millenial y anteriores, por la expresión ‘bro’ que proviene de ‘brother’, palabra en ingles que significa hermano, y que en su uso cotidiano también se ve adherida a otras para formar nuevas palabras como la reciente ‘gymbro’ que refiere a los compañeros de gimnasio habituales y con relativa confianza.
Este fenómeno es transversal y afecta a todas las generaciones desde los baby boomers hasta los nuevos generación alfa. Pero no afecta de la misma forma a todas las ellas, puesto que hay aspectos sociológicos que diferencian como afecta este fenómeno a cada una de ellas.

Sánchez explicaba que, un caso habitual, es que al provenir gran parte de la jerga actual del ámbito digital y las RRSS, al final por un proceso de costumbre, se incorpora el vocablo en inglés, aun cuando existe un vocablo en castellano para el mismo. Por ejemplo ‘taggear’, del verbo ‘to tag’, lo cual significa de forma directa etiquetar. Se podría utilizar la palabra en castellano, pero por facilidad, costumbre o moda, se acaba quedando el anglicismo.
Anglicismos y generación
En las generaciones más mayores, cuya inmersión en el inglés es menor, también presentan este tipo de fenómeno, por ejemplo, en las palabras utilizadas para hablar de cuestiones de viaje. Por ejemplo, los términos ‘check-in’ o ‘check-out’, o nombres como el de la aplicación ‘Booking’ o los ‘Airbnb’.
En la opinión de Cristina Sánchez, las generaciones mayores, como los Boomers o los X, es decir, las generaciones anteriores a los Millenial, asocian los conceptos extranjeros «porque los ven escritos, escuchan a las personas utilizarlos, entonces, al final poco a poco lo van incluyendo en su vocabulario y tienen mejor adherencia al ser una palabra y su concepto directo».
También, en la opinión de Cristina, se puede producir por la facilidad de pronunciación o de lectura. Por ejemplo ‘check-In’, se pronuncia en castellano tal cual, entonces les resulta mas fácil aprenderla que ‘broadcast’ (transmisión, retransmitir). También, «se percibe un cierto miedo al error, o a no saber pronunciar», por eso Sánchez anima a estas generaciones a escuchar, y lanzarse, que es como mejor las van a poder incluyendo.

Pero estas generaciones encuentran su escollo en todo el material idiomático venido del universo digital, ya que, en muchas ocasiones, no son palabras con un significado directo, sino que son expresiones o formas de hablar.
Por ejemplo, palabras como ‘crush’ (tener un flechazo, o alguien te te gusta mucho), ‘hacer (un) ghosting’ (se dice de alguien que desaparece, que deja de comunicarse), ‘random’ (es algo aleatorio, inesperado o sin conexión aparente) ‘mood’ (se refiere a como uno se siente, el ‘modo’) o ‘vibe’ (referente a la energía o atmosfera de algo o alguien, ‘las vibras’) o expresiones como ‘yassss’ (una enfatización del tradicional ‘yes’).
Las generaciones a partir de la Z o Centennials y la Generación Alfa, tienen una inmersión en el inglés muy superior a las generaciones anteriores, pudiendo llegar incluso al bilingüismo en el caso de esta última, teniendo el inglés como parte de su comunicación diaria y una adherencia a los conceptos y al idioma muy superior y natural.
A día de hoy, es muy complejo con la evolución de lo digital y las IA, y las inercias que lleva el mundo en general, que se pueda anteponer un ‘seguir’ a un ‘follow’, o que se puedan crear términos en castellano para los conceptos que están viniendo ‘principalmente de EEUU. «Es algo que la gente lo tiene tan intrínseco, que es difícil cambiarlo», añadía.
Ahora más que nunca, la filóloga propone que se incluyan en la medida de lo posible, materias donde se estudie la terminología en inglés y castellano para que no se pierdan los conceptos en español aunque se use mayoritariamente en inglés «ya que eso genera riqueza y cultura, y más con el idioma que es una de las cosas más importantes que tenemos».