En el ecuador de las II Semana Histórica de Ciudad Real, el Antiguo Casino de Ciudad Real ha acogido la conferencia del historiador Antonio de Juan García, quien ha hablado sobre la decadencia de la fortificación de Alarcos hasta la fundación de Villareal con la carta puebla en 1255.
Así pues, De Juan comenzó hablando en primer lugar sobre la fundación de Alarcos en el Siglo XII por Alfonso VIII y de cómo este rey tenía la idea de crear una ciudad en el cerro donde se encuentra la fortificación. En este sentido, De Juan comentó que cuando la ciudad de Alarcos estaba en plena construcción, tuvo lugar el hecho más importante de esta fortificación, la batalla que lleva el mismo nombre de la fortificación, en julio de 1195, donde las tropas cristianas del Rey Alfonso VIII fueron derrotadas por las tropas almohades de Abū Yūsuf, adueñándose de estas tierras.
Con esta pequeña conquista por parte de las tropas almohades lleva al traste la construcción de la ciudad de Alarcos y, tras la reconquista por parte de los cristianos en la batalla de las Navas de Tolosa en 1212, Alarcos no se repuebla y quedando limitado al castillo.
Es por ello, según contó Antonio de Juan, que Alfonso X decidió fundar una ciudad en una nueva ubicación, a 9 km de Alarcos, en la aldea conocida como Pozuelo Seco de Don Gil, donde su sucesor en el trono pretendía llevar el mismo modelo de ciudad que Alfonso VIII había pensado para Alarcos, pero en una nueva ubicación. El rey, mediante una carta puebla, definió el trazado de la ciudad y ordenó la construcción de una muralla que la rodease con 130 torres y siete puertas, dándole el nombre de Villarreal.