“Hace cincuenta años, la palabra cáncer era casi un tabú”, algo que afortunadamente se ha logrado cambiar y ojalá podamos hacer lo mismo cuando se hable de esquizofrenia o un trastorno obsesivo compulsivo, destacó María José Calderón, presidenta de la Asociación de Salud Mental (Apafes), que ha organizado charlas divulgativas en los barrios de la ciudad para informar sobre las enfermedades mentales y derribar mitos y falsas ideas relacionadas con estas patologías.
La psiquiatra Estefanía Segura y el psicólogo de la Asociación Salud Mental, Juan Domingo Martín, participaron este lunes en la primera de las charlas celebrada en el Centro Social del barrio del Larache, donde se habló, por un lado, de los estigmas asociados a la enfermedad mental y, por otro, de los signos y síntomas “que nos tendrían que alertar para buscar ayuda para la persona que está sufriendo un trastorno mental leve o grave”.
“Hay una serie de ideas que se relacionan con estas patologías que las personas que estamos en contacto con pacientes sabemos que no son ciertas como que las personas con problemas de salud mental son agresivas, no pueden tomar decisiones por sí mismas o que dependen del todo y para todo de otras personas”, indicó Martín, que resaltó que muchas de estas percepciones no son verdaderas y tan sólo están basadas en “casos aislados” que salen en informaciones no correctamente explicadas en los medios de comunicación, lo que contribuye a que “al final la gente se forme una idea equivocada de los problemas de salud mental”.
Una de cada cuatro personas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), puede sufrir una enfermedad mental a lo largo de su vida, recordaron Martín y Segura, que se refirieron al miedo, por el desconocimiento, asociado a los problemas de salud mental. “Cuando conoces los casos en concreto, a las personas, te das cuenta de que los pacientes con problemas de salud mental son las que sufren y tienen miedo realmente. No tenemos por qué tener miedo de nada, al contrario. Necesitan mucho apoyo, paciencia y ayuda”, expuso Martín.
Así mismo, Segura resaltó la importancia de hablar sobre los síntomas o cambios que puede sufrir una persona que “nos pueden orientar que le está pasando algo para poder cogerlo a tiempo” y evitar situaciones más graves, al tiempo que animó a entenderlo, apostando por la integración y rehabilitación.
En relación con el consumo de ansiolíticos, en el que España se sitúa a la cabeza en la Unión Europea, Segura indicó que se “abusa” de los psicofármacos. En Atención Primaria, hay una “tasa muy alta de psicofármacos”, quizás por el poco tiempo que cuentan los médicos para atender a los pacientes para la valoración o puede que por la intención del usuario de obtener una respuesta y mejoría rápidas, en lugar de optar por un tratamiento desde un punto de vista más psicoterapéutico y concreto que requiere de más tiempo y esfuerzo.
No obstante, hay que diferenciar entre la patología mental leve y grave, y, en este sentido, hay casos que requieren un abordaje multidisciplinar tanto con su parte farmacológica como su parte psicoterapéutica, además de otros aspectos, y aquéllos trastornos mentales leves que podrían resolverse con “una intervención psicoterapeuta breve” sin usar psicofármacos.
En relación con los tratamientos farmacológicos, “se va avanzando”, como en la forma de administración de los antipsicóticos inyectables de larga duración que favorecen la adherencia del paciente al tratamiento. Aun así, en psicofarmacología todavía “queda mucho por avanzar”, las empresas farmacéuticas son las que más investigan y faltaría, a este respecto, “más investigación pública”.