El mildiu ha aparecido en una viña de Almedina, en concreto en pámpanas de una finca de seis hectáreas emparrada de la variedad airén.
Y aunque el hongo Plasmopara vitícola, está en fase primaria en la hoja, su propietario, Arturo Serrano, ha dicho que va a estar pendiente “de manera cautelosa” de su evolución, dado que la enfermedad ha tenido, sobre todo en las primeras semanas de junio, un escenario óptimo para su aparición: temperaturas suaves y un determinado nivel de humedad.
De momento, este positivo es el único caso conocido, al margen de otro detectado hace varias semanas en Mora de Toledo (Toledo), y según Serrano “hay que estar atentos” en las zonas donde se han registrado lluvias abundantes.
El productor, que se da la circunstancia que es el secretario ejecutivo de Asaja Ciudad Real, ha señalado que había tratado la viña con productos preventivos, que no han frenado la aparición de la enfermedad, cuyas manchas detectó el pasado viernes.
Ha indicado que comunicó el caso a la Administración regional a través de la Oficina Comarcal Agraria (OCA) y la Agrupación de Sanidad Vegetal (ASV) de Villanueva de los Infantes, y se ha mostrado confiado en que “no pase a la uva” y no tenga pérdida de producción.
Así, en los próximos días, tras la conformación del fruto, echará otros tratamientos para tratar la enfermedad del hongo.
Seguirá las pautas establecidas desde la Estación Regional de Avisos Agrícolas del Centro de Investigación Agroambiental El Chaparrillo, que en su boletín de avisos ya recogió a finales de mayo los procedimientos para acometer y prevenir el mildiu en las viñas de la provincia y la región, que ataca a los órganos verdes de la vid, como las hojas, los tallos y los racimos de uva.
Los profesionales del centro han definido un protocolo de tratamiento y una estrategia de protección para impedir o detener el ataque del hongo.