El arco del Torreón del Alcázar, el único vestigio del alcázar Real de Alfonso X será restaurado por el Ayuntamiento capitalino en unas obras que podrían comenzar antes de finales de año y terminar en el verano de 2018.
Así lo adelantó este viernes el concejal de Urbanismo, Alberto Lillo, en la presentación del anteproyecto del entorno histórico, que contempla la construcción de un aparcamiento en superficie de 69 plazas (tres para discapacitados) y la accesibilidad peatonal por debajo del monumento.
El boceto de las futuras obras fue presentado a los vecinos el jueves “con una buena acogida”, señaló el edil y, segun adelantó, “dará visibilidad al arco, que será paseable”.
Lillo sostuvo que “será un reto” que la tramitación del proyecto “esté lista antes de finalizar el año y que finalice el próximo verano”, y destacó el “espectacular acerado de seis metros y medio totalmetne accesible” que prevé, para dar prioridad al peatón sobre el vehículo.
Igualmente contempla espacios para que el Centro de Salud número 2 tenga capacidad para la movilidad de los vehículos sanitarios.
Según Lillo, “la ciudad lleva mucho tempo esperando a que un gobinero municipal diera sentido a situación caótica como era tener las ruinas más históricas entre vallas sucias”.
Cumplir compromisos
La alcaldesa, Pilar Zamora, también se mostró satisfecha con el anteproyecto, que supone “cumplir uno de los copromisos del Equipo de Gobierno” y que “liberará el arco del Torreón, atrapado desde el año 2006 entre unas vallas sucias, que ha creado incluso problemas de insalubridad”.
“Son 11 años, demasiados, de inactividad, pero nosotros estamos poniendo al día la ciudad, como la Plaza de Cervantes, los almacenes municipales, o el Museo ‘Elisa Cendrero’”, sostuvo la primera edil a los periodistas en una comparecencia en los jardines del Torreón.
Zamora destacó la participación ciudadana con que ha contado el proyecto, cuyo borrador estará expuesto al público durante 10 días en el Centro Social del barrio para recibir nuevas ideas y aportaciones de los vecinos, que también se pueden hacer a través de la página web y del correo info@hacemosciudadreal.com.
Igualmente, la rehabilitación tendrá un carácter “totalmente accesible”, con el fin de que “cualquier persona pueda pasear por la zona”, así como el acceso desde la Ronda será totalmente peatonal”.
Las obras serán financiadas con el remante de 2,6 millones de 2015 y tendrán un presupuesto estimado de entre 200.000 y 300.000 euros.
La primera edil puso en valor “el grado de aceptación de la asamblea ciudadana” y el “trabajo que hemos realizado en el barrio, que ya cuenta con una zona ZAS, que no ha sido sencilla, así como esperamos que este proyecto esté dentro de poco a disposición de toda la ciudad”.
“Es una pena que se haya abandonado el patrimono y no se haya protegido, reflexionó, incluso que fuera peligroso, pero ahora lo recuperaremos, y lo que hay se cuidará, y será un placer dar respuesta a este tipo de reivindicaciones”.
Además, la alcaldesa de Ciudad Real recordó que en materia de obras se hayan construido diversas infraestructuras necesarias para la ciudad, además del asfaltado de calles, como la Avenida de los Reyes Católicos, “un proyecto necesario”, además de la semipeatonalización de la Avenida de Alfonso X el Sabio, que se financiará con una partida de la Diputación provincial.
Ubicación original
Emilio Velado, arquitecto jefe municipal, explicó que tras descartar la posibilidad de hacer un párking subterráneo, “incompatible con los restos arqueológicos, según un primer estudio”, abordarón una segundo análisis técnico “con unos resultados concretos y precisos”.
En concreto, confirmarom la ubicación original de los vestigios para poder hacer la reconstrucción parcial, así como se marcó la cota que tenía el arco sobre la superficie, “más elevada en su origen y luego rebajada cuando se urbanizó el entorno”.
Ahora, según el experto, se recuperarán esos niveles en la restauración del monumento, y se consolidarán y protegerán otros restos, como las cuevas y galerías soterradas y el trozo de muralla de 10 metros loalizados en la zona, “que serán señalizados en el trazado con adoquines para conocer su huella”.
“Todo está desaparecido, pero lo que queda se va a conservar y mantener , con un carácter peatonal, y con un tratamiento especial, con pavimentos y acabados que den valor, como adoquines antiguos, losas de granito y texturas de hormigón que se asemejen al terreno natural”, dijo, además del complemento de arbolado.