La esperada y necesaria remodelación de la plaza de toros de Ciudad Real ya ha comenzado. Desde la semana pasada, operarios de la empresa Proimancha -adjudicataria de las obras- se encuentran trabajando en el interior de este histórico inmueble para convertirlo en un espacio multicultural en el que no solo los festejos taurinos tengan cabida, sino también eventos de otra índole, como espectáculos musicales o eventos deportivos. Unas obras que servirán también para mejorar sustancialmente la accesibilidad del coso taurino y la seguridad del mismo.
Unas obras, cuyo coste de adjudicación fue de 1,7 millones de euros, y con los que se pretende rehabilitar la plaza de toros y adecuarla a las necesidades actuales, ya que la infraestructura, que data de 1873, contaba con múltiples carencias en materia de accesibilidad y seguridad. Además, desde su inauguración, nunca se había actuado con tal rotundidad en este edificio, ya que se rehabilitará de una manera integral.
La rehabilitación consistirá, principalmente, en mejorar la accesibilidad del inmueble y la seguridad del mismo en lo que se refiere a temas de aforo y desalojo. Para mejorar la accesibilidad, se creará un acceso a personas con movilidad reducida y se instalará un ascensor. En cuanto a seguridad, se creará un nuevo vomitorio y se ensancharán los ya existentes. Estas actuaciones conllevarán una importante reducción de localidades, reduciéndose en más de 2.900 plazas, por lo que el aforo de la misma rondaría los casi 6.000 espectadores.
Además, se realizarán mejoras en las techumbres y en los muros de la plaza, así como mejorar toda la carpintería de la misma, que presenta tramos con podredumbres.

Obra muy necesaria
«La rehabilitación era muy necesaria y la pandemia ha ralentizado el proyecto», ha reconocido a Lanza la alcaldesa de Ciudad Real, Eva María Masías, en una entrevista realizada in situ en la plaza de toros para conocer de primera mano el desarrollo de las obras, las cuales se encuentran en su fase inicial. Según Masías, el aspecto de la plaza será prácticamente el mismo a nivel estético. «Quizá el vecino cuando entre por primera vez piense que no ha cambiado mucho, ya que lo que vamos a hacer es rehabilitarla y no modificarla», ha comentado.
El objetivo, según la primera edil, es hacer accesible y seguro este inmueble de mediados del siglo XIX para convertirlo en un espacio preparado en el que desarrollar actividades socioculturales para la ciudad y dinamizando el barrio.
El gerente de la empresa Proimancha, Ramón Martín-Serrano, ha destacado que la obra de rehabilitación del histórico coso taurino es «un verdadero obrón» debido a la envergadura del proyecto. Proyecto en el que se contempla la creación de nuevas puertas, escaleras y pasillos, refuerzo de graderío, cosido de muros de fachada, la sustitución cumbrera entera de la plaza, la ampliación y modificación de vomitorios, así como la renovación por completo la zona de corrales y toriles.

Sin toros desde 2019
La última corrida de toros celebrada en el coso taurino fue durante la Feria de la Virgen del Prado durante el mes de agosto de 2019, llevando sin celebrarse ningún festejo, taurino o no, en su interior desde esa fecha. Festejos taurinos que, previsiblemente, seguirán sin celebrarse, como mínimo, hasta la primavera de 2023, debido a la duración de las obras de rehabilitación de este inmueble.
Las obras, que tienen un plazo de ejecución de once meses, podrían estar listas para abril de 2023 si la crisis de los materiales de construcción no afecta al desarrollo de las mismas. Tanto la alcaldesa como el empresario han confiado en que esto no suponga ningún problema.
«Estoy esperanzada y confiada que para la feria de la Virgen del Prado de 2023 esta plaza se podrá inaugurar con un festejo taurino», ha asegurado Masías.



