Para Pilar Astray la celebración del Día Internacional de la Mujer es un “hito”, aunque matiza que “todavía tenemos que seguir celebrándolo y destacándolo”, al añadir que “no podemos considerar que por mucho que estemos en una cultura occidental y hayamos crecido en libertad y en igualdad está todo hecho, pues hay muchas mujeres en otros países del mundo que no tienen los niveles necesarios que determinan una mínima libertad e igualdad”.
Por este motivo, Astray, que ha sido reconocida por el Ayuntamiento de Ciudad Real con el premio ‘Empoderamiento y Liderazgo 2025’, considera “necesaria” la celebración del 8 de marzo, más aún dentro de una sociedad donde “a veces tenemos condicionantes que hacen que no podamos decir que tengamos todo ganado o superado”.
Pilar Astray es una experimentada magistrada vinculada a la Audiencia de Ciudad Real desde hace más de veinte años. Pertenece a la carrera judicial desde 1990 en distintos destinos. En 2002 ingresó como magistrada en la Audiencia Provincial de Ciudad Real.
Recientemente, el pleno del Consejo General del Poder Judicial la eligió como nueva presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, dentro de una sesión en la que, de los treinta nombramientos de nuevos cargos, catorce han recaído en mujeres.
Respecto al reconocimiento que el Ayuntamiento de Ciudad Real le va a otorgar por su ‘Empoderamiento y Liderazgo’, Astray confiesa que le hace “mucha ilusión”, tanto por lo que significa el 8 de marzo, como porque es un premio que ha sido propuesto por parte del Grupo Literario Guadiana, que está integrado por “unas personas a las que les tengo especial cariño”.
Considera que esta distinción podría ser tomada por algunas mujeres como un “referente visible”, al indicar que “con trabajo y esfuerzo puedes alcanzar tus metas. Y lo que es más importante, refleja que las mujeres pueden tener plena igualdad con los hombres a los más altos niveles en todas las profesiones, en mi caso dentro de los cargos de la Administración de Justicia”.

Astray destaca que dentro del mundo de la judicatura “antes había pocas solicitudes de mujeres de cargos de libre designación, mientras que hoy en día, está pasando un fenómeno diferente, pues ya tenemos solicitudes de mujeres para cargos de libre designación. Y esa es una noticia importante”, aclarando que a lo mejor este hecho “no se da tanto en las mujeres como pasa con los hombres, pero sí está sucediendo con una determinación bastante singular, siendo algo que continuará en el futuro”.
Astray, que confiesa que nunca se ha sentido discriminada en el desarrollo de su profesión por el hecho de ser mujer, considera que el haber hecho historia al ser la primera mujer que va a presidir el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha supone un “hito”. También pone en valor el hecho de que las dos candidaturas presentadas fueran de mujeres: “Voy a ser la primera mujer presidenta, lo que puede considerarse como un referente. Pero esta circunstancia también representa una responsabilidad por lo propio e inherente del cargo”.
Asimismo, opina que su elección supone “un hito simbólico porque, de alguna manera, se da un paso hacia la presencia de las mujeres presidiendo los Tribunales Superiores de Justicia”.
Respecto a cómo ve una sociedad ideal, Pilar Astray considera que sería “lo más justa posible, porque de alguna manera el principio de justicia es dar a cada uno lo suyo, así como un acercamiento a los mayores tipos de estándares que pudiéramos tener en igualdad, en seguridad y en oportunidades económicas. Por tanto, una sociedad ideal es lo que nos imaginamos todos los hombres y mujeres. Y todos sabemos lo que querríamos para tener un futuro mejor”.
A pesar de haber nacido en La Coruña, Pilar Astray lleva más de veinte años como magistrada en Ciudad Real. Por este motivo siente que Castilla-La Mancha es como su segunda tierra, al explicar que “mi marido es de aquí y dos de mis hijos también nacieron aquí, un lugar donde prácticamente he pasado media vida”.
Sobre su próximo nombramiento como presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, confiesa que le ha hecho una “especial ilusión” y promete afrontar el reto con trabajo y profesionalidad dentro de un cargo que “significa un alto grado de responsabilidad y un esfuerzo personal. Por tanto, asumo este desempeño con ilusión y con el propósito de cumplirlo rectamente”.
También señala que la carrera donde desempeña su profesión resulta bastante atractiva para las mujeres, al indicar que “hay muchas mujeres opositando judicatura o aprobando esta oposición, porque los principios que establece una oposición con arreglo los principios de igualdad, mérito y capacidad, permiten que solo se evalúe la valía profesional de las personas, fuera de cualquier otro tipo de condición”.