La actividad en la ‘rave’ ha descendido esta última noche, en lo que parece ser el inicio de su retirada. Aunque sigue sin conocerse la fecha en la que los participantes de la ‘Big Fucking Party’ darán por terminada la celebración del año nuevo y abandonarán definitivamente los terrenos del aeropuerto de Ciudad Real (que tienen ocupados de forma ilegal desde la pasada Noche Vieja), ya se ha empezado a notar un descenso en la intensidad de la macro fiesta. Según fuentes de la Subdelegación del Gobierno, desde ayer se está constatando “más trasiego de salida que de entrada al recinto, que es casi nulo”. La Policía Nacional ha reportado, de hecho, que la noche ha sido “más tranquila, con menos luces y ruido”, que apenas se escuchaba desde los puestos de control.
Parejo a este movimiento de salida se ha incrementado la actividad de las Fuerzas de Seguridad en los controles que circundan el recinto ocupado. En la jornada de ayer la Policía Nacional levantó 11 actas (propuestas de sanción) por drogas y cinco por posesión de arma blanca. Además, se detuvo a seis personas, una de ellas por resistencia y desobediencia a la autoridad, dos por atentar contra la salud pública (tráfico de drogas) y tres más por resistencia, desobediencia e infracciones de seguridad vial. Por su parte, la Guardia Civil interpuso tres denuncias por infracción de la Ley de Seguridad Vial y 12 denuncias por drogas, también vinculadas a temas de conducción, según la Subdelegación del Gobierno.
En este momento, en el que la ‘rave’ comienza a perder intensidad, el subdelegado, David Broceño, ha querido recordar que “desde el primer momento los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado han estado desplegadas y activas, trabajando intensamente para garantizar la seguridad y también para controlar los accesos a la macro fiesta ilegal”. Ha destacado que “hasta el momento, no se han registrado incidentes graves de seguridad ciudadana”, y ha subrayado la situación “especialmente tranquila” de ayer por la noche. Broceño ha remarcado que “apenas había luces, el sonido de la música detectado desde los puntos de control era mínimo y se ha observado un incremento gradual en la salida de vehículos, especialmente de autocavanas, mientras que los intentos de entrada al recinto ya son prácticamente inexistentes”. También ha agradecido el esfuerzo continuo de Policía Nacional y de Guardia Civil, “cuyo compromiso está siendo clave para mantener el orden y la seguridad en todo momento”. Y ha dicho que desde la Subdelegación del Gobierno se seguirá “vigilantes, garantizando que este dispositivo cumpla su misión de forma eficaz y segura para todos”.
Las Fuerzas de Seguridad certifican que, en el momento de la marcha de los aproximadamente 1.500 vehículos que estos días se han dado cita en las proximidades del aeropuerto ciudadrealeño, no se va a repetir el atasco de la llegada. Policía Nacional y Guardia Civil se van a encargar de hacer un control escalonado de la salida para evitar el colapso de la autovía.