Brais Moure, ingeniero de software que ha desarrollado más de 150 aplicaciones, ha puesto en valor conceptos como empatía, saber comunicar y trabajar en equipo, además de luchar por lo que se quiere y valorarse a sí mismo, habilidades sociales en las que un graduado no se detiene inicialmente porque se centra en la parte técnica aprendida y en demostrar su valía.
Sin embargo, tras 14 años trabajando, este divulgador lucense que comparte contenido sobre programación y desarrollo de software con una comunidad de más de un millón de seguidores en redes sociales, ha comprobado que quienes más han crecido lo han hecho por potenciar “lo que llamamos habilidades blandas o sociales”.
Marcar la diferencia
Con el paso de los años, Moure detectó que hay cosas muy simples “que nos repiten desde que somos niños y a las que no hacemos caso y, muchas veces, acaban marcando la diferencia a nivel profesional”, explica a preguntas de este digital antes de impartir la ponencia “13 consejos de senior que le daría a mi yo junior” con la que se ha cerrado el Ciclo de Conferencias de Primavera de la Escuela Superior de Informática de Ciudad Real.
A su juicio, en la parte técnica, los valores humanos se quedan olvidados e, incluso, “parece que carecemos de ellos y nos quejamos al no encontrar oportunidades laborales o problemas en la empresa” cuando “ igual no te tienes que preocupar tanto por lo que sabes sino por cómo lo transmites o lo muestras a los demás”, dijo Moure.
Su periplo profesional le ha permitido reflexionar sobre la alta valoración que se tiene de la formación técnica, pero, también, de que se pierde la parte humana no dándole la importancia que merece. Se refiere a la empatía, a saber trabajar en equipo y a luchar por lo que se quiere como valores olvidados en un sector como el suyo, al alza, con buenos salarios y oportunidades laborales y en el que se puede escuchar que “alguien está ganando 100.000 euros y eso nos puede acabar nublando nuestra forma de crecer y de proyectarnos profesionalmente”, aclara.
Inculcar valores
Moure se muestra partidario de inculcar estos valores dentro y fuera de casa ya que “cuanto antes los ganes, antes te beneficiarás de ellos” aunque los centros de formación tienen que hacer hincapié en esta formación humana. Explica que cuando se dedicó a procesos de selección se encontró con este asunto entre quienes consideran que no tienen problema alguno porque cuentan con sus estudios, es decir, “una sabiduría técnica que hace falta, pero no me lo sabes contar” –dice- cuando de lo que se trata es de contar que tienes ganas de trabajar y estás dispuesto a aprender. “Y nada más”, afirma.
Cuenta que ha visto esta evolución con el paso de los años por ello invita a los profesionales junior a reflexionar sobre si aspectos como la empatía y sobre sus relaciones con compañeros de trabajo y “si empiezas, te das cuenta de que, en muchos casos, no era como tú lo veías. ¡Qué fácil es y qué poco caso le hacemos”, concluye.