El rojo predominaba en los jerséis de los comensales del salón del Club de Campo de la capital donde una buena comida, baile y música han reunido a casi 200 usuarios de los Centros de Día de Mayores I y II de Ciudad real. Una iniciativa que se hace por primera vez y que pretende celebrar la Navidad, además de fomentar la convivencia entre las personas mayores que durante el año participan en las distintas actividades que se ofertan en estos centros que pertenecen a la Red de Centros de Mayores de Castilla-La Mancha.
Una gran acogida es la que ha tenido esta actividad promovida por el coordinador de actividades de Ocio y Salud de estos centros, Juanjo García que señala a Lanza que es la primera vez que se hace una actividad de este tipo que reúne a usuarios de ambos centros (el I que es el de la calle Alarcos y el II situado en la Refugio) . Manifiesta esta muy satisfecho del resultado ya que la acogida ha sido muy buena. “Se les ha recogido en autobuses en la Plaza San Francisco, que queda a medio camino de ambos centros, se les ha traído hasta el Club de Campo y después se volverá hasta la plaza San Francisco para que sea más cómodo para ellos el poder llegar a casa”.
Apunta la importancia de este tipo de actividades, así como todas las que se ofertan en estos centros, para mejorar la calidad de vida de los mayores, destacando el hecho de relacionarse con otra gente con inquietudes similares, sobre todo para los que están solos por diversos motivos. “Salen de su rutina”, añade.
Las directoras de ambos centros Marivi Bárcenas y Carmen Alonso destacan la gran acogida que ha tenido esta iniciativa. “Están todos muy contentos con las actividades que se ofertan y en la comida están participando todos los grupos que tenemos en los dos centros”, apuntaba Marivi Bárcenas que es la directora del Ciudad Real II.
“Lo más bonito es como se han unido los usuarios de los dos centros”
“Estamos alucinadas y contentas con la participación de la gente”, añade Carmen Alonso, responsable del Ciudad Real I, situado en la calle Alarcos, “lo más bonito es” destaca “como se han unido la gente de los dos centros y como están compartiendo de uno y de otro”.
Explica que las actividades siempre las han hecho de forma separada y ahora desde que está el mismo coordinador para los dos centros ha sido “la vía ideal para unificar y aglutinarlos” en esta comida que ha tenido tan buena acogida.
Las hermanas Anastasia y Ana confiesan estar disfrutando mucho de la experiencia
De entre las mesas en las que los grupos charlaban animadamente, destacan las hermanas Anastasia y Ana de 94 y 97 años respectivamente seguramente sean las más longevas de los que han disfrutado de esta comida. Confiesan ambas estar disfrutando mucho de la experiencia.
Anastasia explica que tendría que haber muchas más actividades de este tipo para los mayores porque “como los niños necesitamos muchos cuidados”. Dice que tiene una sonrisa “de mañana a la noche para agradecer como les tratan”. Su hermana, Ana, también dice sentirse muy contenta y se anima a decir una poesía.
Unas hermanas muy activas ya que participan en varios talleres. Ana explica que ella hace pintura, bolillos y ganchillo. Estas dos últimas actividades son compartidas por su hermana que confiesa que tiene hecha “una mantita” de la que se muestra muy orgullosa.
Además de la comida en la que no han faltado los brindis, las risas y las anécdotas, los asistentes han podido disfrutar de un bingo donde se han sorteado “todo tipo de cosas”, además de varias coreografías preparadas por los diferentes grupos de bailes que existen en ambos centros y se han cantado villancicos. Un primer encuentro navideño que no se descarta que se convierta en una tradición.