El presidente de la Diputación de Ciudad Real, José Manuel Caballero, se ha comprometido con el alcalde de Carrizosa, Pedro Antonio Palomo, a intervenir en los próximos días con el envío de maquinaria de obras públicas de la institución provincial para intentar solventar en la medida de lo posible los daños catastróficos causados por las varias trombas de agua que cayeron sobre la población la noche del pasado jueves, 10 de mayo, provocando el desbordamiento del río Cañamares y destrozando caminos, calles y cunetas, además de adentrarse el agua y el barro en algunas casas.
“Nuestra respuesta quiere ser rápida e inmediata a la llamada del alcalde, poniendo a disposición el equipo de maquinaria de la Diputación, que en los próximos días se desplazará hasta esta localidad para intentar retornar en la medida de lo posible la situación que tenían antes de esta catástrofe, interviniendo fundamentalmente sobre los caminos y las calles afectadas y que se restaure y recupere la normalidad que hasta ahora disfrutaban los vecinos de este pueblo”, manifestó Caballero tras desplazarse a Carrizosa y comprobar ‘in situ’ los daños causados por la fuerza y del desbordamiento del agua.
Tras la visita a Carrizosa, Caballero, que estuvo acompañado del vicepresidente de Infraestructuras Manuel Martínez, reiteró la colaboración institucional para con los recursos públicos de la Diputación para devolver la situación de normalidad a la población de la manera más urgente.
El alcalde, por su parte, que ha agradecido la respuesta inmediata del presidente de la Diputación, espera que el resto de administraciones visiten la zona lo antes posible y entre todas se consiga el compromiso de actuación para que la situación en Carrizosa se normalice. “Las administraciones debemos estar al servicio de los vecinos y ciudadanos y la Diputación, en este caso, ha demostrado que lo está, sobre todo, con los pueblos pequeños como el nuestro, que contamos con pocos recursos, y que gracias a su intervención, podemos solventar situaciones de emergencia con mayor facilidad”.
Hay que recordar que las intensas precipitaciones caídas la noche del jueves 10 de mayo se centraron principalmente en la zona alta del municipio, llevando al límite el arroyo de La Retuerta, que desemboca en el río Cañamares, provocando grandes corrientes de agua que inundaron el municipio y causaron graves daños materiales con el destrozo de caminos y calles, así como anegando algunas casas vecinales.
