La provincia de Ciudad Real ha registrado una reducción del 17% del número de hipotecas constituidas entre el año 2022 y el mes de noviembre de 2023, el último del que se conocen datos, según la profesora del Departamento de Economía Española e Internacional, Econometría e Historia e Instituciones Económicas de la UCLM, María Jesús Ruiz Fuensanta, en sintonía con la tendencia nacional cuyo número total ha caído algo más, un 23 por ciento, en este mismo período.
La única provincia de Castilla-La Mancha que ha experimentado una tendencia opuesta es Guadalajara donde el número de hipotecas ha subido un 2%, de hecho –dice esta profesora- es la única provincia de España que ha tenido una tasa positiva, rompiendo así la tendencia del conjunto del país”.
Albacete ha tenido la misma tendencia que la media nacional, una reducción del 23%, mientras en Cuenca ha sido algo menor la caída, un 21 por ciento, mientras que en Toledo también ha caído hasta un 18% el número de hipotecas firmadas en este periodo, pese a haber registrado un aumentado de su población en comparación con la media nacional.
Salvo Guadalajara, -explica Ruiz Fuensanta- el resto de provincias castellano-manchegas se mueven en los mismos porcentajes de la media nacional, incluso mejor, ya que la caída no es tan significativa como en el resto del país.
Para esta experta, los datos sobre hipotecas constituidas hay que analizarlos de forma más agregada para ver la tendencia que ofrece el mercado ya que los datos mes a mes son más “erráticos”.
Inversión especulativa
La profesora de la UCLM recuerda que la escasez actual de viviendas ha incrementado sus precios que, precisamente por las dificultades de acceso, muchas personas no pueden optar con fines residenciales. Sin embargo, aclara que el aumento de la demanda junto al hecho de que una gran parte de las viviendas no se compran con hipotecas, “da a entender que la mayoría se corresponde con inversión especulativa por parte de inversores mayoristas”, señala.
En el caso de la demanda de vivienda residencial, influye tanto el aumento de la población como la disponibilidad que existe en un entorno determinado, es decir, “si tenemos una zona con mucha población y hay escasez de vivienda, tenemos el efecto dispersión hacia regiones menos pobladas y con precios más asequibles, como es el caso de Castilla-La Mancha donde las provincias más cercanas a Madrid han registrado un aumento de población, en comparación al resto de España”.
Es el caso de la provincia de Guadalajara donde “se observa un aumento muy notable de la firma de hipotecas”, no así en la de Toledo ya que aquí ha bajado la constitución de la mismas en el último año.