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0-1; 3-2; 6-4; 8-7; 12-8; 13-10; 14-12; 17-14; 19-18; 20-20; 23-23 y 26-27
A pesar de la diferencia en la clasificación, la tendencia al alza de Antequera hacía presagiar el tipo de partido que este sábado se ha encontrado el BM Caserío en su visita a la localidad malagueña.
Avisaba Santi Urdiales en la previa que ya el encuentro de ida les costó sumar ante uno de esos rivales férreos que con su trabajo son capaces de sacarte del partido, máxime cuando hoy ejercían como locales. Estaba claro el guion. Partido de ida y vuelta, de mucha velocidad, donde las defensas iban a ser primordiales no sólo para cortar la hemorragia que pudiera producirse, sino para obligar a jugar a un marcador corto, marcando de paso el ritmo del partido.
Los diez primeros minutos de juego fueron de tanteo y se vieron pocos goles sobre la pista. No fue hasta el minuto 25, con 12-8 en el electrónico cuando se avivó el tanteo dejando para los espectadores uno de esos encuentros correcalles, con la balanza equilibrada, pero sin una tendencia clara.
Los locales, con una gran actuación de su portero, fueron abriendo diferencia hasta marcharse al descanso con 13-10 a favor, que obligaba a los de Ciudad Real a subir el nivel en los segundos treinta minutos si querían sumar esta jornada.
Caserío a remolque
Con el resultado a favor, Dólmenes Antequera supo manejar los tiempos tras la reanudación obligando a un partido de poca continuidad, con mucha solidez en la defensa; sobre todo, amparándose en una sobresaliente actuación de su guardameta, soberbio durante todo el partido.
Subió el nivel defensivo también el Caserío, que gracias a ello, pudo ir recortando diferencias, con rápidas jugadas a la contra, que fueron localizando los agujeros en la zaga malagueña, hasta igualar la contienda mediada la segunda parte.
Con el 19-19 en el marcador, a falta de 13 minutos por jugarse, se pidió tiempo muerto en la pista y en esos segundos de charla y vuelta a la calma, Caserío se visitió con el mono de trabajo, para irse a por el partido obviando todo lo externo y un arbitraje que no se sabía por dónde podía salir y que desquició a los de Urdiales.
El duelo se mantuvo en todo lo alto, con una máxima igualdad. Con empate 23-23 se pidió un nuevo tiempo muerto, en el que trató de definirse el desenlace de un choque que podía caer de cualquier lado.
Con seis minutos por delante, Antequera siguió llevando la iniciativa en el marcador, obligando a Caserío a recurrir a genialidades para seguir sumando goles y conceder una diferencia que con poco tiempo por delante hubiese sido insalvable.
Al último minuto de juego, se marchó Antequera 26-25, diferencia que fue saldada desde el punto de penalti por Ángel Pérez.
Con balón a favor, Antequera tuvo los últimos 29 segundos para decidir cómo jugarse el final de partido. Los malagueños optaron por una jugada rápida, que topó con Giovagnola. En la contra, Caserío se encontró con un penalti sobre José Andrés, que de nuevo, Ángel alojó en las redes con maestría, decidiendo un partido de locos, que fue dificilísimo, pero que cayó del lado ciudadrealeño que nunca dejó de creer.
El Caserío femenino pincha en casa
Por su parte, el Caserío femenino, ha pinchado en casa frente a BM Estudiantes, en uno de esos partidos que tantas veces se ha visto esta campaña.
Las de Sergio Pérez han vuelto a hacer un buen partido, compitiendo a un rival alojado en la parte noble de la tabla, ante el que ha sabido imponerse durante muchas fases del mismo.
Han dominado las de Ciudad Real durante la primera parte, demostrando unas ganas insistentes de convencerse de que son capaces de competir ante cualquier rival. Supieron llevar el ritmo de juego y fueron más eficaces sobre la portería rival.
De hecho, se acabarían marchando al descanso con dos goles de renta 13-11, fruto del buen juego colectivo que demostraron sobre el Quijote Arena.
Sin embargo, la segunda parte, fue lo que ha sucedido en otras jornadas; un querer y no poder, precedido de un bajón en el juego que hoy ha sabido castigar un equipo que a priori llegada al duelo como favorito.
Olieron la sangre las estudiantinas y pusieron tierra de por medio en un marcador ajustado. Pese a que las ciudadrealeñas no se fueron en ningún momento del choque, fueron perdiendo eficacia goleadora y eso, contra un rival de esta entidad, es un pecado capital.
Pese a los intentos del equipo local de provocar un final ajustado, Estudiantes supo aguantar para sentenciar con un 24-28, un partido en el que Caserío hizo un gran papel durante gran parte del mismo, pero le faltó esa parte de consistencia que da la veteranía.
La próxima semana las de Ciudad Real tienen un partido vital por la salvación frente a un rival directo como Almería. Ahí no se puede fallar y esa debe ser la gran final de aquí a final de temporada.