Este miércoles, 20 de junio, se conmemora el Día Mundial del Refugiado, por ello la Fundación Cepaim ha celebrado un acto en Ciudad Real para concienciar a la ciudadanía sobre su situación y trasladar los distintos problemas que sufren estas personas en sus respectivos países que les obligan a emigrar hacia otros “más seguros”.
En el acto, celebrado en la sede de Cepaim en Ciudad Real y al que han acudido diferentes autoridades, entre ellas, la consejera de Bienestar Social de Castilla-La Mancha, Aurelia Sánchez, así como diversos trabajadores y responsables de la fundación, el coordinador regional de Cepaim, Adolfo Patón, ha pedido a los diferentes gobiernos de la Unión Europea, especialmente al de España, a cumplir con los cupos de acogida de refugiados, cifras que no se estaban cumpliendo con el anterior Gobierno del Partido Popular y espera que, a partir de ahora, “las cosas cambien” en esta materia.
Así mismo, Patón ha recordado cómo desde 2008, año en el que empezaron a trabajar con refugiados, han pasado por Ciudad Real un total de 78 personas refugiadas, de las que 58 aún conviven entre nosotros. Entre las nacionalidades de éstos, figuran ciudadanos sirios, ucranianos, armenios, guineanos, venezolanos, colombianos, hondureños, entre otras nacionalidades. En este sentido, Patón ha comentado que en la actualidad Cepaim cuenta con 12 plazas libres, las cuales están a la espera de que el Gobierno de Sánchez solicite estas plazas para acoger a parte de las personas que viajaban en el ‘Aquarius’.
Por último, el responsable de Cepaim en Castilla-La Mancha también ha querido agradecer a la ciudadanía española y al nuevo Gobierno de Sánchez su buena disposición a la hora de querer acoger a los migrantes del barco ‘Aquarius’. Sin embargo, ha recordado que cada semana llegan centenares de personas a las costas españolas, por lo que hay que estar “atentos” para atender correctamente a todas aquellas personas que huyen de sus respectivos países.
Por su parte, la consejera de Bienestar Social de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Aurelia Sánchez, ha agradecido a Cepaim el trabajo que realizan con las personas refugiadas a lo largo y ancho de todo el país y, concretamente en este día, por querer ser el altavoz de la situación que padecen todas aquellas personas que llegan a España o a otros países de la UE a diario. La consejera ha señalado que el Gobierno de Castilla-La Mancha ha puesto en marcha esta legislatura diferentes acciones dirigidas a hacer frente al reto que supone la llegada de refugiados, “de personas que han tenido que abandonar sus hogares por graves violaciones de derechos humanos, por guerras o persecuciones”.
En este sentido, ha recordado cómo desde la JCCM trabajan de la mano con las ONG para la atención y acogida de personas refugiadas, es por ello que desde el año 2016 nuestra región ha acogido a más de 850 refugiados de más de 50 nacionalidades diferentes.
Así mismo, también ha recordado la creación en agosto de 2015 la Oficina Regional de Atención a las Personas Refugiadas, como instrumento que permite articular las respuestas de la ciudadanía y entidades para abordar de forma coordinada, eficaz y eficiente la atención de las personas refugiadas. También ha mencionado la creación, en septiembre de 2015, de la Mesa de Coordinación para la Atención de las Personas Refugiadas, como un espacio de encuentro abierto y como mecanismo de coordinación de las diferentes entidades públicas y privadas que se ven implicadas en la atención a personas refugiadas en la región, así como en los países de origen de las mismas.
Testimonios de refugiados
En el transcurso del acto, cuatro trabajadores de Cepaim Ciudad Real han trasladado diversos testimonios de las 58 personas refugiadas con las que trabajan a diario en la capital provincial.
Entre los testimonios, destacan el buen trato que realiza la fundación Cepaim con ellos y con sus familias. Sin embargo, también figuran muchas quejas, como lo “duro” que es acceder al mundo laboral con la tarjeta roja de refugiado (documento que certifica la situación de refugiado) o los numerosos y difíciles trámites que se han de realizar para obtener este certificado nada más pisar ‘suelo’ español.