Recién nombrado Ciudadano Ejemplar, Dionisio Céspedes ejerció de pregonero de la Feria 2019, la cual, dijo, es “una flor”, su aroma dura sólo unos días y se marchita en la última madrugada, de manera que recomendó vivir intensamente estas jornadas festivas: “Llenemos nuestras risas de ilusiones y disfrutemos como si todavía fuéramos niños”.
Céspedes, que prendió junto a la alcaldesa, Pilar Zamora, el cohete del chupinazo inaugural, proclamó que “esta tarde quedan abiertas las puertas de la felicidad”. Son fechas en las que “nuestro júbilo se escribe con mayúsculas” y “nuestras almas se engalanan y visten de terciopelo”, comentó el homenajeado profesor, que indicó que la Feria “viste las calles, llena los hogares y lanza al aire una nota sana de alegría y divertimento común”. Su deseo sería que “todo el año fuera una feria permanente de convivencia y amor, porque sólo amando se poseen todas las primaveras”, subrayó.
En su intervención, Céspedes resaltó que la Dulcinea, Fátima de la Flor, y sus Damas de Honor son en esta Feria “la fragancia de la felicidad” y rememoró vivencias de sus “años mozos” relacionadas con las ofrendas a la Virgen del Prado, los desfiles de gigantes y cabezudos, las cenas y bailes en la Talaverana, las corridas de toros, la hípica y las tómbolas.
También resaltó que en el centro de las celebraciones está la Virgen del Prado, cuya festividad hace que éste sea el mes “estrella” de Ciudad Real, destacó la hospitalidad de Ciudad Real que recibe “con el corazón abierto” al visitante y recordó de forma emotiva a quienes “ya no están con nosotros” y “nos adentraron en el mundo mágico de la Feria. Nos hicieron saborear esos churros con chocolate y enseñaron a disparar con escopetas con bolas de corcho, a pasear viendo batallas de flores…”
Diez cabezudos, entre ellos un cartero, una enfermera y personajes quijotescos, y los gigantes del Pandorgo, Dulcinea, Alfonso X el Sabio, Violante de Aragón, Hernán Pérez del Pulgar y Diego de Mazariegos abrieron el cortejo alentado con los divertidos ritmos de Los Que Nunca Fallan y endulzado con el reparto de caramelos por parte de peñas como Big Bang, El Cangilón, Dinosaurio, El Pilar y los valverdeños de Los Ke Faltaban. Cuatro blancos caballos de fantasía, con una iluminación interior en rojo, verde, azul y violeta y tres de ellos con las patas delanteras alzadas, sacó a desfilar la compañía Humo de Colores, tras la que se situaron las Damas, Dulcineas y Pandorgos que distribuyeron durante el trayecto multitud de caramelos entre el público que luego les siguió hasta la Feria. La alcaldesa y el presidente de las Cortes Regionales, Pablo Bellido, encabezaron la representación institucional del desfile que cerraron más de setenta intérpretes de la Banda de Música de la Agrupación Musical de Ciudad Real y que culminó con el encendido de los cuatro soles en los laterales y una gran flor central en la luminosa Puerta de la Feria.