El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), Samuel Moraleda, aborda en esta entrevista la situación de la cuenca en la provincia y el uso de las masas de agua por parte de los productores agrícolas. Con motivo del Día Mundial del Agua, que se celebra este 22 de marzo, Moraleda apuesta en una entrevista por un uso racional del recurso hídrico para la recuperación del desequilibrio hídrico existente en el Alto Guadiana donde la práctica totalidad de las masas de agua subterráneas han sido declaradas en riesgo cuantitativo.
PREGUNTA- ¿Para qué sirve celebrar una efeméride como el Día Mundial del Agua?
RESPUESTA.- En general los días mundiales surgen para sensibilizar, educar y movilizar a las personas sobre temas cruciales, siendo el agua sin duda uno de ellos y por ello en 1992 la Asamblea General de las Naciones Unidas, durante la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro, acordó su celebración el 22 de marzo de cada año con el objetivo de concienciar sobre la importancia del agua dulce y promover una gestión sostenible y responsable del recurso. Este día debe recordarnos que el acceso al agua potable es un derecho humano y que debemos cuidar y proteger un recurso natural único, escaso, insustituible e indispensable para la vida.
Aunque se ha avanzado considerablemente en la eficiencia y racionalización de los recursos hídricos debemos incidir en la responsabilidad de su uso con el objetivo de dar seguridad hídrica a las personas, proteger la biodiversidad y mantener la actividad socioeconómica. Las diferentes medidas que pueden adoptarse, como la conmemoración de este día, sin duda contribuirá a este objetivo.
P.- Este año, la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) celebra el Día del Agua bajo el lema «El valor del agua», destacando la importancia de preservar el buen estado de las masas de agua y los ecosistemas acuáticos que dependen de ellas, como una garantía para el futuro de las actividades que dependen de este recurso. En este contexto, ¿cómo puede lograrse un equilibrio entre la conservación del recurso hídrico en el Alto Guadiana y el apoyo a las explotaciones agrícolas que dependen de él?
R.- Las explotaciones agropecuarias consumen más del 85% de los recursos disponibles en los acuíferos del Alto Guadiana, conduciendo, en buena medida, a la situación de afección a los humedales que constituyen la Reserva de la Biosfera de la Mancha Húmeda. Es evidente que medioambiente y economía presentan en este territorio una indudable interrelación, de tal manera que conseguir y mantener el buen estado de las masas de agua subterránea y de los ecosistemas acuáticos a ellas asociados se convierte en una garantía de futuro de estas explotaciones que se nutren de ellas, y sólo la responsabilidad en la actividad agraria haciendo un uso racional del recurso hídrico permitirá la recuperación del desequilibrio hídrico existente que ha conllevado la declaración en riesgo cuantitativo de la práctica totalidad de las masas de agua subterránea del Alto Guadiana.
Este desarrollo sostenible que se propone se ve amenazado por el impacto del cambio climático que incidirá sobre nuestros sistemas de gestión y sobre los ecosistemas relacionados y que en definitiva condicionará el futuro del territorio. Es imprescindible que entre todos los agentes implicados se desarrollen medidas para una transición hídrica que deberá adaptarse a una menor disponibilidad de recursos hídricos en un futuro inmediato.
Para mitigar sus efectos se hace imprescindible racionalizar las demandas y tomar conciencia de la importancia del ahorro del uso del agua; potenciar la eficiencia en el uso del recurso, sobre todo en agricultura, priorizando el empleo de cultivos que se adapten a la realidad del recurso disponible; mejorar las conducciones de abastecimiento y regadío que eviten pérdidas y mejoren el aprovechamiento de los recursos.
La Confederación Hidrográfica a través de los Programas de Actuación aprobados en las Masas de Aguas subterráneas Declaradas en Riesgo establece distintas medidas con el objetivo de ordenar el régimen de extracciones en cada una de ellas y lograr una explotación racional de los recursos con el fin de alcanzar un buen estado de las masas de agua subterránea, y proteger y mejorar los ecosistemas dependientes.
P.- ¿Qué aportó la celebración de la I Jornada Técnico-Jurídica ‘La gestión de las aguas subterráneas en las masas declaradas en riesgo’ al debate sobre esta problemática especialmente acuciante en el Alto Guadiana?
R.- Las aguas subterráneas en general y en el Alto Guadiana en particular, constituyen un recurso natural de un valor estratégico incuestionable y su protección reviste especial interés para el abastecimiento, el desarrollo económico y el mantenimiento de los ecosistemas. El encuentro tenía como objetivo analizar el estado cuantitativo y cualitativo de este recurso; el marco jurídico que regula las aguas subterráneas; y los problemas que existen para garantizar su protección. Para ello contamos con ponentes de primer orden en la materia: Wenceslao Olea Godoy, magistrado del Tribunal Supremo; David Pulido Velázquez, jefe de departamento de Aguas y Cambio Global CN IGME-CSIC; Miguel Mejías Moreno, coordinador Grupo de Investigación en Hidrogeología Aplicada y Geotermia Somera Departamento de Aguas y Cambio Global CN IGME-CSIC; Antonio Embid Irujo, catedrático de Derecho Administrativo de la Facultad de Derecho de la Universidad de Zaragoza; Casiano Rojas Pozo, magistrado Tribunal Superior de Justicia de Extremadura; y Antonio Vercher Noguer, fiscal Coordinador de la Unidad de Medio Ambiente y Urbanismo.
El intercambio de experiencias y conocimientos aportados por todos ellos y por los participantes resultó sin duda clave para que se lograra ampliamente el objetivo que motivó la realización de la jornada.
P.- Wenceslao Olea, magistrado del Tribunal Supremo y uno de los ponentes de la Jornada, afirmó que el 31 de diciembre de 2035, las aguas privadas llegarán a su fin. ¿Cómo afectará este hecho al aprovechamiento de las aguas subterráneas en el Alto Guadiana?
R.- Efectivamente, el magistrado del Tribunal Supremo advertía, a preguntas relativas al cierre del catálogo de aguas privadas, que lo peor estaba por llegar en términos de conflictividad a medida que se acercara el plazo de vencimiento de las Disposiciones Transitorias de la ley de aguas, esto es, en 2036. El magistrado sostuvo que las aguas anotadas en el catálogo de aguas privadas no los son a perpetuidad y que no pueden tener un derecho ilimitado en contraposición al espíritu de la Ley de aguas que considera a las aguas continentales superficiales y a las subterráneas renovables, integradas todas ellas en el ciclo hidrológico, un recurso unitario, subordinado al interés general, que forma parte del dominio público estatal como dominio público hidráulico.
No cabe duda que la interpretación que hace el magistrado sobre el fin de las aguas privadas puede favorecer la gestión de las masas de agua subterránea en el ámbito del Alto Guadiana, donde más 10.000 aprovechamientos tienen su derecho inscrito en el catálogo. Efectivamente, según esta posición, en 2036 todas las aguas serán públicas y deberán estar inscritas en el registro de Aguas del Organismo de cuenca lo que facilitará la aplicación de los programas de actuación y la consecución en definitiva del buen estado de las mismas.
P.- Según los últimos datos, más del 85% de las masas de agua subterráneas en el Alto Guadiana están en mal estado, ¿es posible revertir esta grave situación? ¿Contribuirá a ello la inversión prevista de 500 millones de euros asignados al Plan de Acción de Aguas Subterráneas anunciado por el SEMA en Ciudad Real?
R.- Las diferentes medidas que se están adoptando desde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través de la Secretaria de Estado de Medio Ambiente, y desde la propia Confederación Hidrográfica del Guadiana buscan revertir la situación de deterioro y el Plan de acción de aguas subterráneas anunciado por el Secretario de Estado constituye una herramienta necesaria para la mejora del conocimiento , la gestión y la gobernanza de las aguas subterráneas que tiene por objeto la consecución del buen estado de las masas de agua subterránea, las zonas protegidas y ecosistemas asociados.
El Plan de Acción pretende, además, servir de referencia para desarrollar unos programas de actuación e inversiones en materia de aguas subterráneas que puedan ser mantenidos de forma estable en el futuro y de los que han de ser partícipes todos los sectores (técnicos-científicos, administración, usuarios, empresas, otras asociaciones) involucrados directamente en el conocimiento y la gestión de las aguas subterráneas.
P.- ¿En qué medida afectará la tecnología y el conocimiento científico en el estudio del cambio climático como uno de los aspectos determinantes en las masas de agua subterráneas?
R.- La tecnología y el conocimiento científico jugarán un papel crucial en el estudio del cambio climático y su impacto en las masas de agua subterráneas.
Las tecnologías como los sensores y los satélites permiten obtener datos más precisos y actualizados sobre el estado de las aguas subterráneas, ayudando a detectar cambios en los niveles de agua o su calidad.
Además, gracias a la mejora en los sistemas de información geográfica y la inteligencia artificial, podremos hacer modelos más exactos para predecir cómo el cambio climático afectará a los acuíferos. Esto nos ayudará a entender mejor los riesgos y a tomar decisiones acertadas.
En resumen, la tecnología y la ciencia nos ayudarán a comprender y enfrentar mejor los efectos del cambio climático sobre las aguas subterráneas, garantizando su uso sostenible en el futuro.