La Casa de la Ciudad ha albergado este sábado una jornada, organizada por la Asociación Círculo Azul de Ciudad Real en la que, bajo el título ‘La armonía en nuestras vidas con Diabetes Mellitus Tipo I”, se ha centrado en el cuidado que deben recibir las personas que tienen diabetes.
Círculo Azul es una asociación para la ayuda y apoyo a las familias con hijas e hijos con Diabetes tipo 1.
El presidente de la Asociación Círculo Azul de Ciudad Real, Andrés Alba Plaza, comenta que uno de los objetivos que se han marcado dentro de la asociación es el de “formar a las personas que conviven con algún familiar que tiene diabetes tipo 1”.
A este respecto aclara que al tratarse de una patología “complicada de gestionar y de llevar durante el día a día, además de ser una patología invisible, uno de los pilares fundamentales es el de formar a las familias”.
Explica que la de hoy ha sido la primera jornada de este tipo que han organizado aunque la idea es que tengan continuidad en el futuro, para lo cual se intentará que tengan carácter itinerante por diferentes puntos de la provincia.
También ha incidido en la importancia de “normalizar” la diabetes para que “no se viva de puertas hacia dentro, sino que hay que darle visibilidad y saber que una persona que tiene diabetes puede hacer de todo”.
Durante la jornada que se ha celebrado esta sábado han intervenido como ponentes la enfermera educadora en Diabetes Pediátrica, María José Sánchez Fernández y la psicóloga de la Asociación Círculo Azul, Eva Yangüela.
Educar a los niños con diabetes para que en un futuro puedan vivir sin complicaciones
Precisamente la enfermera educadora en Diabetes Pediátrica del Hospital General Universitario de Ciudad Real (HGUCR), María José Sánchez Fernández, ha señalado que uno de los objetivos del trabajo que desarrolla es el de “educar a los niños con diabetes para que en un futuro puedan vivir sin complicaciones”.
Sánchez Fernández, que trabaja en la consulta de referencia del Hospital, llamada CEDI, comenta que dentro del programa de educación que realizan dentro de la consulta “consta de cuatro fases, como son las de supervivencia, refuerzo, ampliación y consolidación”, añadiendo que “todo ello se aborda mediante talleres teórico-prácticos para conseguir la independencia y autonomía de los niños y niñas con diabetes”.
También se ha referido a que gracias a la avanzada tecnología que existe hoy en día “una persona que tiene diabetes podría estar bien”, aunque aclara que “si la tecnología no va de la mano de la educación no tiene sentido, pues la educación es la herramienta fundamental para conseguir un control metabólico, que es cuando nuestra glucosa está por encima de 70 y por debajo de 180”.
A su vez explica que en la consulta de referencia también enseñan a llevar el kit de autocontrol que reúne el material necesario para que “no haya que depender de nadie y conseguir que la persona esté dentro de su ámbito y no tenga que ir al hospital”.
Por este motivo, María José Sánchez Fernández, aboga por el hecho de que todos los hospitales cuenten con una consulta como la del hospital de Ciudad Real, llamada CEDI, y que es de referencia dentro de pediatría.
De otro lado ha incidido en la importancia del lenguaje que se habla, al aclarar que “las personas no son diabéticas, sino que tienen diabetes y tienen un nombre”, indicando que “los niños no son enfermos, sino que están enfermos cuando ingresan en el hospital por el diagnóstico”.
Por su parte María Pliego, que tiene a una hija con diabetes, ha contado su experiencia durante la jornada organizada por Círculo Azul: “Me voy a centrar tanto en el inicio de la diabetes como en el avance en el tiempo”, indicando que “nuestra hija ya lleva seis años teniendo diabetes y al final de lo que se trata es de normalizar y adaptar tu día a día y tus hábitos. Al final se convierte en una rutina, por lo que aprendes a convivir con esta nueva compañera de viaje que es la diabetes”.
También se ha referido que en los últimos tiempos “todo ha mejorado mucho, gracias, entre otras cosas, a las bombas de insulina, que hacen el día a día más llevadero”.
A su vez recomienda a los familiares de los niños y niñas que tengan diabetes que acudan a los profesionales, debido “al apoyo y la ayuda que prestan, pues constantemente te van surgiendo dudas y ellos te las pueden resolver y orientar. Por tanto para nosotros resultan esenciales”.
Por último ha explicado que uno de los momentos más complicados y duros fue el de “asimilar el diagnóstico” de que su hija tenía diabetes.