El Ayuntamiento de Ciudad Real ha adquirido ocho nuevos desfibriladores que se instalarán en diferentes dependencias municipales y edificios públicos con tal de garantizar a la población una atención médica más segura, rápida y eficaz, una dotación que se sumará a los nueve que ya había repartidos por toda la ciudad.
Los edificios en los que se instalarán estos nuevos desfibriladores serán: Ayuntamiento de Ciudad Real, Antiguo Casino, Museo López Villaseñor, Mercado de Abastos, Teatro Quijano, Espacio Joven, Museo del Quijote y un último desfibrilador que llevará la Policía Local de Ciudad Real en los vehículos de intervención.
Se trata de una adquisición de ocho desfibriladores a la empresa ciudarrealeña Innomax Learning por un valor de 15.000 euros y que entran dentro del plan ‘Ciudad Real Cardioprotegida’.
El concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Ciudad Real, David Serrano; el representante de la empresa concesionaria de la adquisición de los desfibriladores, Francisco Simón, y el jefe de la Policía Local de Ciudad Real, Fernando Díaz Rolando, han sido los encargados de presentar la compra de estos ocho aparatos.
El concejal de Seguridad ha anunciado que la empresa concesionaria formará a un total de 162 empleados públicos del Ayuntamiento de Ciudad Real para saber utilizarlos en caso de que se dé una situación de parada cardiorrespiratoria en las dependencias o cercanías de una instalación que posea un desfibrilador.
Además, ha avanzado que dentro del plan ‘Ciudad Real Cardioprotegida’ se intentará ampliar el número de desfibriladores existentes en años posteriores.
Por su parte, el representante de la empresa concesionaria, Francisco Simón, ha indicado que ante una parada cardiorrespiratoria es de vital importancia disponer de uno de estos aparatos, ya que consiguen recuperar el ritmo cardíaco y aumentar potencialmente la probabilidad de supervivencia.
Además, ha reflexionado sobre la existencia de desfibriladores en espacios públicos, ya que, según ha asegurado, en España se producen unas 30.000 muertes por paradas cardiorrespiratorias al año y “existen muy pocos desfibriladores”, sin embargo la cifra de muertes por incendio no supera las 200 al año y “tenemos un extintor prácticamente en cada esquina”.