Ciudad Real saca orgullo labrador este fin de semana en el que la Hermandad de San Isidro ha empezado con las celebraciones en un año muy especial. Se cumple el cuatrocientos aniversario de la canonización del santo de los agricultores, no hay restricciones por la pandemia, y la fiesta cae en domingo (el próximo 15 de mayo), por lo que habrá una procesión extraordinaria al mediodía por el centro de la ciudad, en vez de en la ermita de Alarcos, con la imagen del santo en una carretera tirada por una yunta de bueyes que viene de Fontanarejo.
“San Isidro fue la segunda fiesta más importante de Ciudad Real en el siglo XIX y en el pasado, hubo tiempos en los que tuvo más importancia que Alarcos y era fiesta local. Con los cambios en el mundo rural y que cada vez quedamos menos agricultores ha perdido relevancia, que no cariño”, cuenta Eugenio Díaz, presidente de la hermandad.

Díaz y otros miembros de la hermandad, unas veitincinco personas, han empezado a celebrar el santo esta tarde en una parcela del camino de la Guija en la que se ha celebrado una nueva edición del concurso de arada y se han repartido premios a los mejores y las mejores.
Los mejores labradores de 2022
Raúl Guerrero ha sido el ganador en categoría masculina, seguido de Manuel Castillo, Juan Ángel Vera, Vicente Guerrero y Fernando del Hoyo. La clasificación en mujeres ha sido la siguiente: primera Maribel Calle, seguida de Carmen del Hoyo, Aline Amaral, Prado Calle y Mónica del Hoyo. Todo queda en familia, como la gran familia que es la hermandad de San Isidro de Ciudad Real, formada por algo más de trescientos hermanos (algunos no son agricultores).
La otra gran cita festiva es la de mañana domingo, comida de hermandad y día de campo en el cortijo de La Frasca, con concursos, juegos y premios.
Optimismo: el cereal se ha recuperado
Es el cuarto año consecutivo que no se puede regar con normalidad en el embalse de El Vicario, se limitan a la supervivencia de cultivos permanentes, y las masas de agua, sometidas a un estricto control, apenas se pueden utilizar. “En Ciudad Real se cultivan unas 20.000 hectáreas, unas cinco mil dependientes del pantano de El Vicario, pero normalmente, cuando hay campaña no se riega más de mil y pico”, cuenta Díaz.
El cultivo principal en Ciudad Real es el cereal que está teniendo “una buena primavera para la sequía con la que empezó el año. Las lluvias de marzo y abril han hecho muchísimo, esperemos que la cosecha no se malogre con los primeros calores». Con todo no esperan cultivar el cien por cien de lo que se plantó. Con una merma de entre el 20 o el 30% se darían por satisfechos.