A la caída de la tarde del último día del mes de julio se ensalza la tradición. Las calles se han llenado de frutas, hortalizas, verduras y todo tipo de bienes que los vecinos de Ciudad Real han ofrecido como agradecimiento a su patrona, a su Virgen del Prado. Agrupados en peñas, asociaciones o hermandades, han desfilado, como marca la tradición, desde la Plaza Mayor de la capital hasta la catedral.
El Pandorgo y la Dulcinea de hogaño, acompañados por los respectivos de antaño y la Hermandad de Pandorgos y la Asociación de Dulcineas y Damas Manchegas, han ofrecido ramos de flores y han pedido que este su año sea positivo y lleno de alegrías.
Tomates, calabacines, calabazas, pimientos, berenjenas, lechugas, puerros, coliflores, melones, sandias, melocotones, piñas… son los productos más típicos en la ofrenda de cada año. Los panes gigantes y los dulces también tienen una gran presencia en este 31 de julio. Este año la ofrenda a la Virgen del Prado ha contado hasta con una cesta llena de cangrejos de río.
Además, miles de ramos de flores han adornado y han llenado de color y de buen olor la catedral de Ciudad Real. Flores individuales, agrupadas en pequeños o grandes ramos se intentaban hacer un hueco en los espacios abarrotados que están destinados a colocarlas.
Productos para residencias y comedores
Todos los productos recibidos, que se han multiplicado respecto al año anterior, serán para las residencias y comedores de la ciudad, haciendo así un acto de solidaridad y de caridad de todo el pueblo de Ciudad Real que está viviendo, un año más, uno de los días más especiales del año, la Pandorga.