Una persona se acerca a casa de su vecino a colgar un cuadro, y éste, que es profesor de Matemáticas, imparte una clase de economía doméstica en el centro social de su barrio.
Podrían ser dos ‘accionistas’ del Banco del Tiempo presentado este jueves en la capital, con el objetivo de promover el ‘comercio’ de servicios y favores entre vecinos de cualquier barrio o estrato económico, en el marco de una red solidaria, inclusiva e igualitaria.
El proyecto ya funciona en otras ciudades, con carácter público o privado, y en el caso de Ciudad Real ha sido impulsado por la Concejalía de Acción Social dentro del Plan Local de Inclusión Social 2017-2023.
Las acciones entre la comunidad vecinal, según Matilde Hinojosa, la edil de dicho área, no tienen intereses ni cargas, y están exentas de coste o valor económico, dado que la única moneda permitida es la hora (60 minutos) y su gasto solidario entre los participantes.
En la presentación, un reloj, que ha pasado de mano en mano entre los asistentes, ha simbolizado el valor de uno de los conceptos más inexorables de la vida, el tiempo, en el marco de la nueva herramienta que pretende resolver pequeñas necesidades cotidianas.
Es uno de los proyectos “estrella” de Acción Social, ha asegurado Hinojosa, en el que llevan trabajando más de un año, con la finalidad de forjar un entramado solidario de relaciones ciudadanas basado en la confianza.
Todos los vecinos de Ciudad Real “tendrán cabida y todos podrán aportar habilidades o servicios y solicitar otros, con el mismo valor”, ha agregado.
Ha aclarado que no se trata de “crear un sistema de economía paralelo”, ni “un voluntariado o la realización de trabajos baratos, sino un recurso básico de la economía colaborativa”.
Se gestiona desde el Centro Social de Larache, con Rosa Sánchez y Susana Ruiz al frente, y esperan “generar redes de solidaridad y confianza a través de reuniones grupales para conocer las demandas que hay a través del tiempo, y sin dinero”.
La manera de funcionar “será muy sencilla”: tu hora por mi hora, con una gestión en la que las personas inscritas reciben una cuenta de tiempo con la que pueden intercambiar servicios de manera gratuita, y su obligación “sólo es con el banco”.
Buena vecindad
La alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora, presente en el acto, se ha mostrado muy ilusionada con el proyecto, pues viene a recuperar, en su opinión, el espíritu de “las antiguas casas de vecinos, con una relación de buena vecindad”.
Ha valorado la recuperación de valores entre las personas y que la hora de cada vecino “valga igual, tanto si eres profesor como si sabes coser”.
Por ello, ha animado a los ciudarrealeños a participar porque “no hay intereses ni se cobra”, tan solo es una experiencia dentro de un nuevo modelo de servicios sociales, que “están avanzando en la cultura de barrio, en la integración y la inclusión”.
“El tiempo vale oro cuando lo dedicamos a los demás”, ha concluido la primera edil.