Nunca la elección de los Ciudadanos Ejemplares de Ciudad Real ha levantado la polémica –política que no ciudadana- que ha suscitado este año el nombramiento de Francisco Badía y Bienvenida Pérez, al ser ésta la presidenta de la Agrupación Local del PSOE de Ciudad Real. Tanto la elección de Badía a propuesta de la ONG Solman –Solidaridad Manchega-, como la de Bienvenida a propuesta de la Federación de Peñas, ambos con unas trayectorias impecables, contaron solo con el respaldo del equipo de Gobierno y de los concejales de Ganemos quienes sacaron adelante los nombramientos “ex aequo” . Ámbos recibirán este preciado reconocimiento en el tanscurso del acto previo a la inauguración de la Feria que celebrará el Ayuntamiento de Ciudad Real esta tarde.
Este año no solo se ha roto la unanimidad que presidía estos nombramiento. También se han puesto de manifiesto las limitaciones y las miserias que conlleva e impone la política en general hacia los otros sobretodo cuando militan o simpatizan con un partido político distinto, limitaciones que pueden llegar a convertirse en agravante si el intersaso/ la interesada desempeña un cargo orgánico en un partido -caso de Bienevenida- por muy honorífico que sea y a sabiendas de que esta circunstacia poco o nada tiene que ver con el nombramiento en si.
En el caso de ‘Bienve’, la Federación de Peñas la propuso para Ciudadana Ejemplar porque entendió que su trayectoria reúne las cualidades suficientes para ser una persona ejemplar para el resto de sus conciudadanos; la considera una mujer luchadora por la igualdad, pionera del movimiento asociativo y defensora de los derechos de los consumidores y usuarios; estiman que es una mujer dialogante, profundamente humana y entrañable, cualidades todas que nada tienen que ver con la ideología que profese, cómo la canalice o si la manifiesta en público o en privado. Pero no todos los grupos municipales lo entienden así. Antes al contrario, algunos consideran que su elección no es ética ni moral, incluso se han empleado argumentos y calificativos claramente incompatibles con la trayectoria de esta mujer pionera en temas de consumo e igualdad por citar dos aspectos.
Aún así, tengo para mí que a una gran mayoría de ciudadanos les han interesado muy poco los pormenores de estos nombramientos y mucho menos estas polémicas trasnochadas, a veces, tan ridículas como sectarias. Menos aún les interesarían si conocieran las contradicciones entre lo que los representantes de los vecinos dicen de cara a los focos y lo que practican fuera de ellos, todo con el ánimo de seguir manteniendo clásicos estereotipos o permitir que un persona que ejerce o ejerció alguna vez la política bajo unas siglas determinadas quede estigmatizada hasta el punto de no poder ser una ciudadana, un ciudadano, ejemplar, con la necesidad que tiene esta sociedad de este tipo de comportamientos.
El Reglamento de Concesión de Honores y Distinciones del Ayuntamiento de Ciudad Real, del año 1984, es muy parco en la descripción de los méritos que debe reunir un aspirante a Ciudadano Ejemplar. “Se concederá a personas o entidades de la ciudad, que, por su apoyo, colaboración o entrega a sus vecinos o al municipio, fueran acreedoras a tal distinción, debiendo por tanto, el candidato, ser propuesto a la Corporación, para, a la vista de los méritos que se le reconozcan o atribuyan, poder acordar o no, por su concesión”, dice textualmente en su artículo 7, dejando abierta la decisión final a los integrantes del Pleno que son los que a la vista de los méritos públicos -y los que se le puedan suponer- tomanrán la decisión en un sentido u otro.
A la vista de la polémica de este año y mientras vamos pensado cómo nos levantamos el pañuelo del entrecejo, sería deseable que se vaya viendo la necesidad de modificar el mencionado artículo 7 para que, en su caso, no pudieran ser propuestas personas con vinculaciones políticas expresas no vaya a ser que se repita una propuesta similar a la de este año con otra persona o entidad, que las hay en esta ciudad con méritos suficientes, pero que su condición ¿política? la invalide para siempre.
Lamentablemente y no porque lo digan las encuestas, pero este tipo de situaciones en las que quienes ejercen la política no caminan con el mismo paso que el ciudadano de a pie, son las que alejan a los políticos del sentir de la calle. Las encuestas insisten una y otra vez en situar a los representantes del ciudadano como uno de los primeros problemas del país tras el paro y la corrupción y esta percepción no parece que vaya a cambiar a juzgar por los resultados del último Barómetros del CIS. Se hace imprescindible, por tanto, reflexionar como en tantos otros aspectos y buscar y promocionar a muchos ciudadanos ejemplares porque solo de esa forma lograremos tener políticos ejemplares.
Mientras tanto, todo mi reconocimiento para los dos Ciudadanos Ejemplares de este año en Ciudad Real y Feliz Feria a todos.
