La sección primera de la Audiencia Provincial de Ciudad Real ha condenado a ocho años de cárcel por un delito de agresión sexual a S.E.R., un vecino de Miguelturra juzgado hace dos semanas por violar a una refugiada salvadoreña de 21 años, a la que se llevó a una casa de campo de la comarca supuestamente para limpiar, en agosto de 2022.
La sentencia, que todavía no es firme (el condenado va a recurrir), le impone también que pague una mínima indemnización de cinco mil euros por daños morales a la víctima, que ya no vive en Ciudad Real. El fallo es un grado inferior a lo que pedía la fiscalía, en aplicación de la ley de delitos sexuales más favorable, en este caso la del ‘sólo sí es sí’, menos gravosa en este supuesto.
Toda la credibilidad al testimonio de la mujer
“Los miembros del tribunal le dan la máxima credibilidad al testimonio de la víctima, que califican de coherente, y lógico, sin quitar ni exagerar”, explica Luisa Fernanda Álvarez, la abogada que la defendió en el juicio, celebrado a puerta cerrada el pasado 4 de noviembre.
La víctima se ha tomado bien la sentencia, “lo que quiere es pasar página de esto, borrarlo, y no tener que volver a declarar”, dice su abogada. Ya no vive en Ciudad Real, aunque tuvo que desplazarse para el juicio y pasar el mal trago de relatar su experiencia, protegida por un biombo de la confrontación con su agresor.
El acusado la contactó con ella por un anuncio en internet
La sala considera probado que en agosto de 2022, para ganar algo de dinero, la joven migrante con un régimen de especial protección, se anunciaba para cuidar a niños o a personas mayores en internet. Que el acusado contactó con ella para contratarla como limpiadora, y aunque no tenía experiencia accedió a hacerlo porque necesitaba dinero.
Muy solícito se ofreció a recogerla en el centro de Ciudad Real con su coche para llevarla al chalé en el que supuestamente estaba su mujer y le pagaría diez euros la hora de trabajo. Pero cuando llegaron al lugar, la joven se encontró con estaba a solas con él, y la agredió sexualmente hasta eyacular, después le hizo que se duchara, la llevó a casa, y le metió cincuenta euros en el bolso.
El teléfono 016 la orientó para poner la denuncia casi al momento
Ella, que temió por su vida al estar a solas con este hombre en un lugar apartado, pudo contactar con un amigo y en cuanto se libró del acusado, llamó por teléfono al 016 para víctima de violencia de género y siguiendo estas indicaciones fue al hospital, como le aconsejaron, y después a denunciar.
El acusado está en prisión provisional desde septiembre del año 2022. Hasta ahora la Audiencia ha rechazado las peticiones de excarcelación.
