La sección primera de la Audiencia Provincial de Ciudad Real ha condenado a seis años de cárcel por intento de homicidio a R.T.T.; y a tres por lesiones a su hermano C.T.T., como responsables de la grave agresión que sufrió un tercero, F.A.M., en una reyerta tumultuaria en los juzgados de Ciudad Real en marzo de 2021.
La víctima por poco pierde un brazo de un machetazo (un cuchillo artesanal de grandes dimensiones), empleado por el principal acusado en la riña, según considera probado la sentencia, que declara culpable al otro hermano de haber golpeado gravemente con un palo a la víctima.
El fallo, al que ha tenido acceso Lanza, no entra en si la riña fue antes o después de que una furgoneta de su familia embistieran a un vehículo de los acusados, solo que pasara lo que pasara entre el grupo, estas personas concretas, R y C. T.T. agredieron de esa forma a F.A.M.
La víctima tiene un brazo inutilizado
F.A.M. casi perdió un brazo, lo conserva, pero lo tiene inutilizado para trabajos manuales o acciones cotidianas como vestirse sin ayuda, de ahí que el tribunal imponga a los acusados una indemnización de unos 100.000 euros, ha confirmado el abogado de la víctima Enrique Giménez.
La sala condena en base a los testimonios de algunos testigos, la sangre de la víctima en las zapatillas de un menor de familiares de los acusados, y el tipo de heridas de F.A.M. que aparte del navajazo en el brazo tenía un golpe que según los forenses le dejó un objeto contundente tipo palo.
Ambos acusados tienen antecedentes por riñas violentas similares y han presentado recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCLM).
La bronca empezó el día de antes en Pío XII
La reyerta por la que F y C T.T. fueron juzgados a mediados de octubre en la Audiencia Provincial de Ciudad Real ocurrió el 31 de julio de 2021 en la puerta de los juzgados unipersonales (Eras del Cerrillo).
La víctima ni siquiera es la persona que estaba enfrentada directamente a estos hombres, sino un hermano suyo que aquella mañana de marzo iba a los juzgados a declarar como testigo, por una bronca del día anterior en el barrio de Pío XII, por la que había acabado detenido un hermano de los acusados. Todos ellos están relacionados a su vez con el tiroteo en el polígono de la carretera de Carrión del año 2018, en el que una persona ajena a estas familias recibió un tiro de rebote.
En ese contexto de rivalidad y ganas de buscarse, el herido dice que aquella mañana fue a los juzgados a acompañar a un hermano suyo, con otros “pocos” familiares. Que estaban allí sobre las nueve y media (puede que fuera más tarde), en las inmediaciones de los juzgados cuando llegaron los acusados y otros familiares y les atacaron.
“Se abalanzaron sobre nosotros”
“Se abalanzaron sobre nosotros y nos decían que nos iban a matar”, contó el perjudicado. El herido afirmó que ellos no iban armados, que si hubieran querido atacar a las otras personas también habrían llevado armas, y no es el caso.
Familiares de los acusados contaron lo contrario, que fueron los familiares del herido los que los atacaron primero, embistiendo con una furgoneta uno de los vehículos con los que se habían desplazado a los juzgados, hombres, mujeres y niños de ambas familias.
Una furgoneta embistió a otro vehículo
Los policías nacionales que cortaron la pelean tampoco sabían exactamente cómo pasó, solo que fue muy rápido, pero sí que una furgoneta de las víctimas embistió a otra de los acusados, que la riña fue “multitudinaria” y que después de lograr separar a todas las personas enzarzadas se vio que dos estaban heridos, uno de ellos grave (la víctima en este juicio).
Un machete artesanal de 72 cm de hoja
Los investigadores encontraron muchas armas, tanto en los coches de ambas familias como por la zona. La importante, un machete artesanal en un contenedor de reciclaje de setenta y dos centímetros de hoja, considerado el arma que casi amputa el brazo al herido. También decomisaron palos golf, porras y navajas.
