La magistrada de la Audiencia de Ciudad Real María Jesús Alarcón ha condenado a veinte años y un día de prisión a Óscar Sánchez Inserti, de 25 años, por el asesinato en Malagón de su abuela Juana Librada Reina Palomares, de 63 años, el 24 de enero de 2022 en esa localidad.
La presidenta de la sección primera y de la Audiencia Provincial dicta esta condena en base al veredicto del jurado que juzgó el caso la semana pasada y declaró al joven culpable de asesinato con la agravante de parentesco.
Aunque el jurado reconoce que Óscar Sánchez confesó el crimen a las pocas horas de avisar a la Guardia Civil y a su familia, entienden que la confesión no fue espontánea, sino cuando se vio acorralado por las pruebas y las preguntas de la Guardia Civil. Además reparan en el detalle de que se cambió los pantalones ensangrentados antes de ir al cuartel, “lo que evidencia una voluntad de ocultación”.
En el veredicto del jurado -se leyó el viernes de la semana pasada-, el tribunal popular declaró probado que el joven no padece ninguna patología psiquiátrica pero que cuando agredió a su abuela había consumido drogas, aunque según su interpretación esto no implica una atenuación de su conducta, según la sentencia a la que ha tenido acceso Lanza.
Ni indemnización ni libertad vigilada
La familia de la víctima de este caso renunció a cualquier indemnización a la que tuvieran derecho por la muerte de Juana Librada, ‘Libi’. Tampoco se fija una medida de libertad vigilada para el acusado, una vez cumplida la pena de prisión (en enero cumplirá dos años en la cárcel como preso preventivo).
Con este veredicto el abogado Enrique García Herrera, que ha representado a Óscar Sánchez por el turno de oficio, entiende que lo más justo hubiera sido una condena en torno a los quince años. A su juicio si confesó: dijo donde tiró el arma homicida y había consumido drogas.
La fiscal Rocío Bernal, que pedía veinticinco años de prisión de partida, rebajó la solicitud a veintidós años y medio cuando jurado entendió que no hubo ensañamiento, agravante por la que el ministerio público hizo su escrito de calificación provisional del caso.
Los hechos declarados probados por el jurado
Óscar Sánchez y su abuela, Juan Librada, ‘Libi’ Reina, tenían una estrecha relación. El acusado acudía a su casa con regularidad a pedirle ayuda y dinero. La Guardia Civil constató que entre mediados de enero de 2022 y la víspera del crimen Óscar comió y cenó con su abuela, con la que intercambiaba mensajes de Whatsapp cariñosos a diario.
En esa buena relación algo se torció entre el 22 y el 23 de enero y los mensajes dejaron de ser amistosos. La abuela le escribe para recriminarle al nieto que le debe dinero e incluso le dice que lo va a denunciar por el robo de dos teléfonos móviles. En ese contexto la mujer le pide también que le devuelva una nevera portátil.
Un día después del último mensaje entre ellos, sobre las ocho y media de la noche del día 24, el joven va a casa de su abuela a devolverle la nevera y la mata a golpes con extrema brutalidad. Luego sale de allí, avisa a su familia y a la Guardia Civil, y solo después de varias horas reconoce que ha sido él pero, no recuerda cómo ha ocurrido.
El jurado ha considerado probado que el nieto atacó a su abuela de forma sorpresiva e inesperada y la golpeó con tal saña que le destrozó el cráneo. Del ataque creen que fue “rápido y sin posibilidad de defensa”, pero sin agravar su sufrimiento.