Carlitos le dice a Snoopy ‘un día nos vamos a morir’ y Snoopy le contesta ‘sí, pero los demás días no’. Así culmina el conmovedor audiovisual ‘Sanando corazones’, que hizo este viernes en el patio exterior del Museo Villaseñor que muchos tiraran de pañuelo, clínex y gemelo de camisa para secarse las lágrimas ante la crónica, elaborada por Rafael Pradas, siguiendo al equipo de Cuidados Paliativos de Ciudad Real tanto en la planta del hospital como en los domicilios de los pacientes.
Un total de ocho pacientes, con la colaboración de sus familias, aparecen en este trabajo con el que se busca dar visibilidad a la esencial labor que realizan los profesionales de cuidados paliativos en un tramo de la vida que a bastantes les toca por muy diversas patologías transitar.
“Curar a veces, aliviar a menudo y cuidar siempre”. Así resumió el trabajo que realiza el equipo de cuidados paliativos de Ciudad Real su coordinadora, Teresa Salcedo, que destacó las cincos ‘ces’ de una atención que busca proporcionar calidad de vida, confort, compañía, cariño y compasión. “Que algo sea incurable no significa que sea incuidable. Toca cuidar desde el acompañamiento, la escucha, el silencio y los abrazos”. Cuidar desde la compasión que va más allá de sentir pena, es un acompañamiento como el de los familiares al ser querido en su sufrimiento y camino. “Le tendemos la mano para que sepa que no va a estar solo en el viaje de la vida”.
Los cuidados paliativos son un derecho universal y en esta especialidad “nos dedicamos a dar una atención integral y completa al paciente y la familia, cuidamos la parte física del paciente pero también su parte espiritual, psicológica y social”, explicó Salcedo, cuyo equipo, conformado por médicas, enfermeras y psicóloga, trata tanto a personas con patologías oncológicas como con enfermedades crónicas avanzadas de ámbitos como el respiratorio, cardiológico o renal.
Este equipo sanitario proporciona “una medicina que no está en las farmacias, que es el cuidado y el amor”, aseguró Pradas, quien, tras la experiencia con su padre que le llevó a conocer la labor de los cuidados paliativos, la vida le ofreció la oportunidad de devolver “un favor”. La médico que cuidó de su padre, Guadalupe Serrano, conocía sus proyectos fotográficos y le animó a orientarlos para dar visibilidad a esta especialidad sanitaria con un proyecto creativo y de sensibilización como ‘Sanando corazones’ que previamente se ha expuesto en el hospital de Ciudad Real y la Facultad de Medicina.
“Si en un momento dado de la vida uno está en cuidados paliativos”, esta propuesta, “hecha por y con el corazón”, contribuye a “verlo de una manera diferente”, estimó el autor, quien, además de exhibir el audiovisual, ha instalado en la planta baja del patio de columnas del Villaseñor una muestra de más de cincuenta instantáneas en blanco y negro que se puede presenciar hasta el 5 de marzo.
La puesta de largo del audiovisual y la exposición fotográfica también contó con la participación de María del Prado Susmozas, presidenta y fundadora de la asociación Iker, la cual tiene entre sus objetivos fundamentales la investigación y la ayuda a los cuidados paliativos, apostando por una formación especializada de los profesionales y dar visibilidad a la “gran y muy necesaria” labor que realizan.
Así mismo, asistió la alcaldesa, Eva María Masías, que elogió el trabajo del equipo de cuidados paliativos y de la asociación Iker y felicitó a Pradas por una muestra que transmite “el alma, sentimiento y profesionalidad de quienes como especialistas cuidan al paciente, cuando ya en una etapa avanzada, el tratamiento curativo no puede ir más allá”.
“Ellos son los que sanan el corazón”, tanto del paciente como de sus familiares, confirmó la primer edil, quien lo ha vivido a nivel personal muy directamente. “Cuando ya no sabes cómo darle la calidad de vida a la persona que quieres, ahí están los cuidados paliativos”, que proporcionan ese servicio, “mimo y dignidad a los que sufren y también para cuidar el corazón, tranquilidad y tratamiento psicológico a los que estamos alrededor, que también sufrimos no el dolor físico pero sí el del alma por los que ves que se van o están padeciendo”.
En la inauguración de la muestra fotográfica y audiovisual ‘Sanando corazones’, colaboraron Raquel Bernaola y su estudio, con una exhibición de danza, y Villa Isabelica, con un vino.