“Se habla mucho de igualdad pero no es real, es igualdad en papel mojado”, sobre todo si no se siente el apoyo y aliento de los hombres que son la otra mitad de la población que tiene que involucrarse porque “la igualdad no es sólo una lucha de las mujeres”, sino que incumbe a hombres y mujeres para lograr “una sociedad digna, avanzada y democrática”, destacó la periodista Nuria Coronado, que presentó este martes en Ciudad Real el libro ‘Hombres por la igualdad’, en el que recoge las reflexiones de dieciséis aliados del feminismo, referentes en diversos ámbitos y que “luchan por ese mundo de igualdad”.
Se trata de hombres que “han mirado a su alrededor, han sentido vergüenza de ese mundo del que forman parte y han querido deconstruir esa masculinidad educada en el machismo” que, “a ambos nos hace perder, muchísimo más a nosotras, pero también a los hombres”, a quienes les impide ser vulnerables y expresar sentimientos como, por ejemplo, llorar y obliga a ser en todo momento fuertes y “poder con todo”. Todos ellos se dieron cuenta de que necesitaban ser “hombres de verdad”, sensibles, que miran a la mujer a los ojos de igual a igual y caminan a su lado en lugar de por delante, que entienden que tienen que corresponsabilizarse y cuando llega un momento tan bonito como la maternidad o paternidad deciden que “esa experiencia maravillosa debe ser valorada y vivida de la misma manera”.
Comprendieron que “no eran los hombres que realmente querían ser” y, ante la igualdad de valores y dignidad del feminismo, “han dicho que con nosotras hasta donde haga falta”, indicó Coronado, que expresó su alegría por el cada vez mayor número de hombres de todas las edades que participan en manifestaciones como la del pasado 8-M conscientes de que el machismo y la violencia de género ha ocasionado desde 2003 “cerca de mil mujeres más víctimas que por la violencia ejercida por ETA en este país; que cada día 136 mujeres son asesinadas en el mundo por el hecho de ser mujeres; una de cada tres mujeres en esta sociedad están siendo maltratadas y en este país hay cerca de un millón de menores que sufren violencia de género en sus hogares”.
Aún queda mucho camino por recorrer, pero es creciente la consciencia de hombres y mujeres de que “no podemos seguir caminando en una sociedad que abusa, viola, maltrata y paga un 20 por ciento menos a las mujeres, a las que denigra tanto” y con ello a “todos como conjunto”.
De las dieciséis entrevistas, citó algunas como la que realizó a Francisco Orantes, hijo de Ana Orantes, quien fue “asesinada vilmente” hace 21 años por su ex pareja tres semanas después de dar el valiente paso de acudir a un programa de televisión. Francisco Orantes es “el testimonio directo de ese millón de menores que en estos momentos sufren violencia de género” y es una persona que se tiene, “como un Ave Fénix, que reconstruir todos los días del dolor tan grande de perder a una madre que durante cuarenta años con sus días y noches fue maltratada física y psicológicamente”.
“Fran es un hombre valiente y feminista que entiende que si la sociedad no tiene esa mirada es una sociedad perdida, ciega y, sobre todo, que hace daño a tantos menores y mujeres”, subrayó Coronado, que citó, así mismo, el testimonio del cantautor Rafa Sánchez, que también fue, siendo menor de edad, víctima de la violencia de género. “Es un hombre que no puede vivir de otra manera sin el feminismo, porque el machismo le ha hecho tanto daño como el que nos hace a las mujeres diariamente”, destacó la periodista madrileña.
El feminismo “quiere cortar con una parte de la historia que ha ensangrentado nuestra vida y dignidad y ha dejado a tantas mujeres en el camino”, agregó Coronado, que considera que cada vez son más los hombres feministas y, “sobre todo, los jóvenes que se están dando cuenta de que ese amor tóxico que también se nos vende en la educación es un amor que duele, maltrata, que nos ata y no es de verdad. Quieren salir de eso y sentir de verdad, al cien por cien”.
En relación con la educación sexista, desde la cuna se asignan colores –azul para el varón y rosa para la niña- y juegos -pasivos y relacionados con el hogar para ellas y de actividad y coraje para ellos-, cuando “en realidad niños y niñas tienen que jugar a todo y los colores no son de ni de niños ni de niñas, sino de personas”, comentó Coronado, que también aludió a la publicidad sexista y el machismo que aflora en series con “audiencias increíbles”. A este respecto, a nivel de literatura, comentó cómo “millones de mujeres compramos las ‘50 sombras de Grey’ y las secuelas pensando que nos liberamos sexualmente, cuando en realidad nos venden la historia de un maltratador y un sadomasoquista que al final quiere seguir rebajando a la mujer a una cosa sobre la que puede hacer lo que quiera y la mujer vuelve a ser la víctima. Pero compramos ese mensaje, no somos conscientes de ese machismo hasta que te pones las gafas violetas” del feminismo.