La presidenta regional del PP, María Dolores Cospedal, lanzaba este viernes a largo plazo, “el tiempo pasa más rápido de lo que pensamos”, decía, una campaña de largo recorrido de cara a las elecciones autonómicas de mayo de 2019.
Lo hacía durante la comida de hermandad del PP de Ciudad Real previa a la Navidad, apenas pocas horas después de que el presidente regional, Emiliano García-Page, lanzara una dura andanada contra el PP regional por sus enmiendas a los Presupuestos de 2018, enmiendas que dijo recortaban más que lo que hizo Cospedal cuando estuvo en el Gobierno.
En este contexto, Cospedal, ante algo más de un centenar de cargos y dirigentes del PP provincial, evitaba entrar al cuerpo a cuerpo, aunque no dejaba de enviar su propio dardo a García-Page, a cuyo Gobierno con Podemos acusaba de haber “echado abajo” todas las bases que se sentaron durante su mandato, 2011-2015, que habrían hecho que la región, una vez pasada la crisis económica, creciera al mismo ritmo que el resto de España.
Esa ruptura de los cimientos que se pusieron, ha hecho, según Cospedal, que Castilla-La Mancha no crezca al mismo nivel que crece el conjunto del país, que no baje el paro al mismo ritmo y que no se creen empresas a igual velocidad, en este último punto, todo lo contrario, ya que, señaló, hay menos empresas y menos autónomos que hace cuatro años.
Trabajar con alegría
Cospedal se mostró convencida de que el PP puede volver a ganar las elecciones autonómicas en 2019, “como ya hicimos en 2015, pese que otros digan que las ganaron ellos porque gobiernan”, en referencia a García-Page.
El PP, aseguraba, ya ha hecho lo que tenía que hacer paga ganar los próximos comicios. Tras la celebración del congreso regional, se han desarrollado los congresos provinciales y ahora se están renovando las juntas locales en los pueblos.
La elección de candidatos vendrá en su momento adecuado, sin estar pendientes de otras cuestiones o de otros partidos, ahora, explicaba Cospedal, “se trata de trabajar con alegría para ganar las elecciones”.
Cospedal ha añadido que si el PP quiere volver a gobernar es para “cambiar estas cosas”, tanto desde el punto de vista económico, como en la sanidad, donde ha aumentado las listas de espera, o la educación, donde ha crecido el fracaso escolar y el abandono temprano de los estudios.
Cospedal no ahorraba críticas para el bipartito PSOE-Podemos, empezando por el cambio de actitud de este segundo, que rechazó los Presupuestos de 2017 en abril para luego aprobarlos en septiembre.
La única diferencia que hay entre ambas posturas, ha asegurado Cosspedal, es que “ahora hay un vicepresidente y una consejera de Podemos y muchos asesores de Podemos”.
Cospedal ha recordado que el PP se ofreció al PSOE para aprobar los Presupuestos de 2017 sin pedir nada a cambio, solo poniendo una condición, que se bajaran los impuestos y se pusieran al mismo nivel que Madrid.
Para Cospedal, esa condición no tenía nada de excepcional ya que ha considerado que lo normal es ponerse al mismo nivel que los mejores, no que los peores.
Rreconocimientos
Esta comida de Navidad, cada vez las hacemos antes, decía Cospedal, aunque reconocía que luego de manera personal van surgiendo compromisos para todos, el PP de Ciudad Real ha entregado sus primeros reconocimientos a militantes.
Este caso, se trata de Miguel Gómez, el presidente local más veterano, desde 1984 dirige el partido en Arroba de los Montes; Isidro Chicharro, alcalde de San Lorenzo de Calatrava desde 1987, el más veterano del PP; Javier Laguna, el militante más veterano, ex concejal en Ciudad Real, y dos afiliadas que “nunca ha pedido nada”, decía Cañizares, Francisca Fernández Cacho y Juana Moreno, una mujer de más de 90 años de Valdepeña