Impregnada del espíritu lorquiano traído desde tierras granadinas por la invitada en el Slam Poetry de Ciudad Real, Lena Larios, la tragedia se mascó, manteniendo una apacible tensión, cultivo de emociones, en la cita de febrero.
Según informa Slam Peotry en una crónica sobre el encuentro de febrero, hubo una alfombra enroscada buscando hacer presa, participantes de última hora saltando a la arena, versos olvidados, folios escapados y una hija pasando el toque de queda. Ingredientes de un universo en conflicto dignos de la mejor obra de Federico García Lorca.
La invitada, protagonista valiente y humana del encuentro , hizo alarde de un estilo conciso y de palabras certeras que invitaron a la reflexión ante temas como la necesidad de aislarse para encontrarse; el carpe diem desde la óptica del riesgo necesario; la intersección entre el mundo proyectado por los recuerdos de niñez y el oscuro panorama internacional; la sororidad como herramienta de cambio; o la insensatez del hombre frente a la grandeza de la naturaleza. A continuación, dada la alta participación de este mes, se dio paso de manera ágil a la fase de concurso.
Abrió el certamen, por primera vez sobre la hostil moqueta, Marrodiez, joven participante con sorprendente aplomo que revisó el consabido “Calladita estás más guapa”, terminando con una llamada a la acción: “Levántate, porque vamos a gritar juntas”.
Otra voz nueva la siguió: Fran González. Atrevido en su atuendo, pero de tono y cadencia comedidos, ofreció dos poemas apuntando que llevaba tiempo esperando ese momento. “Si quieres y no lo haces por miedo, dejas que gane tu peor enemigo, tú”.
La ausencia de uno de los inscritos dio entrada desde la reserva a ACE, sobre la bocina y poniendo en riesgo su regreso al hogar, que Sara y punto se ofreció sin duda a facilitar. Habló a los presentes sobre el ruido de esta sociedad.
Maricruces parafraseó a Neruda (“Podría escribir los versos más tristes…”) para introducir dos bloques: una declaración de amor y el deseo de poder escribir y ser leída.
Mariposa Azul ya anunció que vendría para quedarse. Con su aleteo elegante pero implacable, reescribió los cuentos clásicos para desenmascarar la magia frente al sexo por el sexo.
Cris Ryu, la veterana intermitente, siempre es un valor seguro. En su afán de superación, se arriesgó al abismo de recitar sin papel, como requería su texto en clave urbana invocando a iconos como Gata Cattana.
Otra de las promesas de la cantera del Slam, TAMB, se desquitó de su baja del mes anterior en una crítica contra los convencionalismos titulada: “Mi experiencia religiosa”.
Desde Puertollano, Cri Cri describió su macarra declaración de intenciones si mañana se acabara el mundo.
En noveno lugar, el cabeza de clasificación, Julio León, fue fiel a su estilo político en una crítica al sistema educativo y al nacionalismo español, que pretende invisibilizar el resto de lenguas, atreviéndose a recitar en catalán y euskera.
El mejor Eduardo se hizo ver empleando su fino humor como autocrítica contra el exotismo del mundo poético con “Soy un tío simple y sencillo”.
La solidaria Sara y punto mostró lo que implica limitarse por dentro y por fuera en su poema titulado “Tú dentro de mi metro al cuadrado”.
Por último, siendo el broche a la primera ronda, la chica pin-up Ana G.S., habló de exilio en una crematística sociedad.
El resultado fue que las pizarras se alzaron en favor de Julio León y Cri Cri, batiéndose en la final. Pero antes, de nuevo, Lena Larios. Aún más dinámica en esta segunda puesta en escena, la invitada expuso seis poemas, de los que, entre the very best moments, estuvieron el amor verdadero (son los padres); implicó al público animando a jugar a las palmas, invocó a Borges y versó en inglés, “La húmeda noche, ya huele a ceniza”, evocó cafés que son de escarcha a pesar de la compañía y recordó a la Mariana Pineda de su Granada para cambiar banderas por educación e historia. Gustó mucho en todo lo que ofreció y los asistentes solicitaron poder seguirla en redes.
Final
En cuanto a la final, una moneda al aire del maestro de ceremonias, Javi Culipardo, dictaminó que comenzara Julio, quien homenajeó a los artistas contestatarios con “Tinta zurda”. Por su parte, Cri Cri optó por mantener en vilo al respetable con una adivinanza, que le dio el triunfo y el premio de la genial pieza de Slam Pottery ¡La taza!
Agradecida e ilusionada por la misma, devolvió el regalo con el poema de cortesía “Disonante”, una sátira amable al encorsetamiento de la rima en forma de ripios.
“No sabemos si nuestra tragicomedia ha causado muerte o destrucción física, moral, económica o emocional de los personajes que la protagonizaron, pero estamos extenuados, extasiados y emocionados por la viveza de ésta nuestra slamilia”, indicó en un nota de prensa el Slam Poetry de Ciudad Real.
La próxima cita del Slam Poetry, la de marzo, será ese miércoles 27, a las 20.30 horas, en la Tetería Pachamama con el salmantino Suso Sudón como invitado especial.
