Levanto el teléfono, llamo a una librería de Ciudad Real y pregunto por el libro “El amor según” de Cris Fuertes. Se escuchan las teclas buscando en el catálogo y pocos segundos después tenemos respuesta: “No nos quedan. Nos llegaron cuatro hace una semana y se han agotado todos. Vienen tres la semana que viene”. Repetimos la operación con una librería de Puertollano, quizás la más transitada de cuantas quedan en la ciudad minera. Misma pregunta, mismo ritual de teclas. “El último se vendió ayer. Tienen que llegarnos cinco la próxima semana, si quieres te lo puedo reservar”. Me siento afortunado por haberlo podido leer (devorar) y por haberlo podido regalar por Sant Jordi, porque siempre he pensado que uno de los actos de amor más increíbles que puedes tener, es compartir los libros que te remueven por dentro y hacer que la otra persona se sienta especial con ello.
No es casualidad que “El amor según” haya volado de los escaparates y que próximamente esté condenado a ser uno de los libros top entre los más leídos por la gente joven (hasta 90 años), porque Cris se han convertido sin darse cuenta en un referente de las nuevas generaciones gracias a sus ilustraciones, con las que ha conseguido tener una comunidad de 124.000 seguidores en Instagram y de más de 16.000 en Twitter. ¿Cuáles han sido las claves de su éxito? Básicamente el talento, su cercanía y el amplio abanico de cultura que domina y que te hace sentirla como esa amiga perfecta con la que irías de festivales, con la que compartirías un café para hablar de la vida, o con la que intercambiarías libros y vinilos cada semana.
Otra historia de pandemia…
A veces las casualidades definen todo lo que llega después. Para Cris también fue un poco así. El 22 de noviembre de 2020 comenzó esta aventura en forma de ilustraciones, que era imposible preveer en qué iba a devenir. A media tarde, en Instagram aparecía una publicación con un dibujo de Leiva y un título animado que obligaba a descubrir qué venía después de aquel: “El amor según Leiva“. Tras esta primera imagen, según se deslizó el dedo hacia la izquierda, volvía a aparecer la misma ilustración con algunas de las estrofas de canciones más mágicas del madrileño: Superpoderes, Nuclear, Electricidad, En el espacio, Godzilla y cómo no, Lady Madrid.
Sin que nadie pudiera percatarse de ello, estaba naciendo una marca. Casi 5.000 personas dieron like a aquella publicación que no tenía música pero que nos hizo cantar a todos, una a una, transportándonos a los rincones que alguna vez surcaron nuestra cabeza mientras oíamos aquellas canciones del flaco, soñando con aquella estrella de los tejados en cuyo currículum acumulaba más noches que la luna. En febrero, aparecía Ivan Ferreiro y poco después fueron brotando figuras como Antonio Machado, La Bien Querida o Harry Style, siendo los únicos que se libraron de vestir mascarilla cuando en marzo se decretó el estado de alarma por la covid, siendo aquellas formas de colores un canto a la libertad que habíamos dejado de tener.
Durante tres años, la catalana ha ido compartiendo contenido, creando una comunidad que espera con los abrazos abiertos cada uno de sus dibujos, que hace poco más de un mes tomaron una nueva dimensión para dar forma a “El amor según” donde el concepto no se explica con la estrofa de ningún músico, sino desde los sentimientos más profundos de esta joven, que en un ejercicio de valentía, se ha quitado las corazas para presentar la persona y la historia que se esconden detrás de una de las ilustradoras con más tirón de las redes sociales en España.
En este sentido, comenta, “era como una deuda pendiente con la gente que me sigue desde hace años. Hasta ahora había mirado el amor desde los demás. Siempre intento dibujar y comunicar el amor de los demás, cómo lo viven ellos, pero muy pocas veces había hablado de lo que era el amor para mí y entendí que éste era un buen momento para hacerlo”.
En su libro no sólo se habla del amor que aspira a ser el final de una película de Disney, sino que también se abre en canal cuando habla de los amores que te parten cuando acaban, de los amores que duran un rato y te enseñan; o lo que es lo mismo, habla de la vida.
“Hay muchos tipos de amor y a medida que creces todos te van transformando y van cambiando”. Ella de adolescente soñó con ser la protagonista de Standby de Extremoduro, porque en el espejo siempre resplandecía su melena rubia, ahora de mayor, recopila el amor en cada rincón y en cada letra de cuantas se escapan de su infinita lista de Spotify.
Desde que presentó su libro tiene la agenda desbordada
Desde que presentó su libro en sociedad, la agenda de Cris ha tomado un ritmo frenético. Firmas, presentaciones, entrevistas, obligaciones de la fama, que le han tocado asumir con la misma naturalidad con la que comparte sus dibujos a diario.
Arrancar casi por Sant Jordi, le ha obligado a ese frenesí que ha recordado a esos días de verano cuando descubres que se agotan las vacaciones y tratas de acumular planes para que mirado desde lejos, parezca que todo haya sido mucho más memorable.
Con las páginas de este relato lleno de ilustraciones que recorren su vida, dice, “creo que lo que entiendo por amor está muy bien explicado en el libro, porque lo hago a través de la música, de la cultura, de la familia, de todas esas pequeñas cosas que para mí es lo que conforma el amor en una persona y son las que al fin y al cabo nos hacen felices”.
Mostrar sus sentimientos y abrirse en canal, no ha sido una decisión fácil, sin embargo, subraya “ha sido muy bonito, pero a la vez también ha sido un poco complicado porque soy muy vergonzosa y había una parte de mí a la que le daba con un poquito de apuro mostrar todo: mi vida privada, la relación con mi familia, etc. Había ahí una parte a la que le costaba mucho salir, pero bueno, en realidad ha sido un proceso muy bonito”.
Para llegar hasta esta parte que hoy ya es de todos sus seguidores, lo primero fue confiar en lo que hacía, en unos dibujos que estaban llenos de sentimientos y que surgían para que otros latiesen a su mismo ritmo. La confianza fue vital para que sus ilustraciones viesen la luz y dejasen de ser un entretenimiento que aspiraban a ser algo más en la cabeza de una adolescente llena de temores.
“De pequeños todos tenemos la libertad de aspirar a ser algo; sin embargo, en esta etapa, no te planteas si va a ser complicado, si algo es imposible. Tú de pequeño quieres ser algo ya sea peluquera o astronauta y sueñas con ello a diario y sin barreras. No hay fisuras en tu plan”. Luego, continúa argumentando, “cuando vas creciendo, todo cambia. Yo tuve la gran suerte de que en casa jamás se me cuestionó el tema del arte y el tema del diseño. Tenía muy claro lo que quería estudiar. Conozco gente que no ha tenido la misma suerte y que a lo mejor, era muy creativa, pero por consejos familiares y por pensar un poco más en el futuro, en lo que te dicen que va a ser más fácil a nivel laboral, terminaron tomando otros caminos y abandonando lo que realmente les gustaba”.
En su caso, el apoyo familiar hizo todo un poco más fácil. “Siempre me sentí muy arropada y muy apoyada por mi familia, pero es verdad que, a pesar de haber estudiado lo que yo quise y de haber trabajado muchos años de ello, siempre hay algo que te hace pensar que no lo estás haciendo bien, que esto no es adecuado para ti, que hay gente mucho más valiente y mucho más válida; por eso digo que lo más complicado ha sido confiar en que realmente valía la pena lo que estaba haciendo”.
En ese camino de los peros en el que te cuestionas todo, hay un momento de magia en el que cambia el chip y te descubre que estás ante lo que siempre habías soñado. “Realmente siempre hay un poco de duda y de incertidumbre en si realmente eres buena para ello o no, el síndrome del impostor, que siempre está ahí rondando. No ha sido hasta hace un par de años en los que esas dudas se disiparon y empecé a ser consciente de lo que estaba haciendo y de ganar en la seguridad de decir, oye, voy a hacer lo que yo quiero y en lo que creo. Cuando trabajas mucho y le dedicas mucho tiempo, descubres que tu hobby ha pasado a ser otra cosa más importante”.
Ahora que todo va sobre ruedas, le toca vivir el momento de estrella de rock, algo que asume con timidez. “La verdad es que no me quiero imaginar siendo Mick Jagger firmando libros”, sonríe.
“Este momento yo lo estoy viviendo como si fuese un día de cumpleaños eterno, en el que de repente eres el centro de atención, todo el mundo quiere verte, todo el mundo te dice cómo eres de bonita y es un momento precioso, que me apetece disfrutar y del que soy muy consciente porque sé que esto tampoco es la realidad”.
En el futuro más cercano, su objetivo es “poder seguir creciendo profesionalmente y seguir llenándome de momentos tan bonitos como los que me están sucediendo. De momento, me siento muy afortunada porque he crecido mucho en muy poco tiempo. He tenido la suerte de poder sacar un libro, de tener el cariño de los seguidores después de muy poquito tiempo enseñando mi trabajo. Entonces la gran pregunta es si podré seguir siendo así durante mucho tiempo. Yo espero que sí”.
“Nunca hago nada pensando en los likes“
Estar en las redes sociales y tener que estar mirando de reojo a ver cuántos likes se consiguen por publicación supone un estrés añadido. En redes todo cambia, todo depende de algoritmos, de los estados de ánimo de los followers, de numerosos elementos que pueden estudiarse pero dificilmente controlarse.
En ese aspecto, argumenta, “en este momento hago todo por placer, porque me nace del alma y porque soy muy feliz haciéndolo. Hasta ahora nunca jamás he hecho nada obligada ni pensando en los likes, ni pensando en lo que va a tener más éxito. Soy muy fiel a lo que me gusta, tenga poco o mucho éxito, aunque es verdad que quieras o no, cuando esto se convierte en tu trabajo, tienes que prestar cierta atención a las cifras porque, básicamente, el alquiler no se paga del amor y de las cosas que nos hacen ilusión”. “A veces es poco romántico tener que fijarme en ello, pero sí, al final lo tengo que hacer aunque no sea lo que esté marcando lo que hago”.
Emociones a flor de piel
En las páginas de “El amor según” el lector acaba encontrándose con un espejo con el que empatizas. El cáncer de un padre que acaba falleciendo, el amor de unos abuelos que son el impulso para seguir adelante, un relación utópica que acaba teniendo dosis de toxicidad; un disco de Leiva que te acaba reventando por dentro; en definitiva, pasajes que como las canciones de Sabina, son parte del día a día y en las que cualquiera puede sentirse protagonista de sus fracasos y de sus sueños.
Por eso, no es raro que en estos encuentros con los lectores, hasta Cris hayan llegado personas con las pupilas dilatadas, las lágrimas aguantando hasta que hacen la foto y muchas historias que le han llenado el alma. “Los seguidores son una parte muy importante para seguir avanznado. Ellos te van pidiendo si puedes hacer algunas cosas, te cuentan lo que más les gusta y eso me da pistas para saber por dónde seguir”.
Con su primer libro publicado cada día es un encuentro diferente en los que se llena de historias. “Cuando me viene una chica a contarme algo personal o que ha empatizado con algo del libro o decirme que ha llorado con el libro, es una magia incomparable. En el mundo nada se puede comparar a cuando hay alguien de otro universo al tuyo, que llegue a empatizar contigo y encuentre algo en ti algo que le hace ser más feliz. Eso es una magia incomparable a nada”.
Las ilustraciones de Cris Fuertes ya son un legado de historias para muchos de sus seguidores. “Hay gente que se ha tatuado alguna de las cosas que he dibujado, como un tocadiscos, o la línea de reproducción que suele acompañar mis ilustraciones, es súper mágico”.
“Disfrutar consiste en evitar las etiquetas y simplemente dejarse llevar“
Disfrutar consiste en quitarse los miedos, abrir la mente y dejarse embargar de emociones. Fuertes coincide en una teoría que bien podría basarse en Copenhague de Vestusta Morla y su inmortal “dejarse llevar suena demasiado bien”.
“Es maravilloso la cantidad de cosas de libros, de música a las que podemos tener acceso y no toda nos tiene porqué gustarnos. Hay una frase de Borges, que dice: “Si no te gusta un libro, no lo leas; si no te gusta leer, no lo hagas. La lectura no es una moda, es una forma de felicidad y no debe obligarse a alguien a ser feliz”.
“Cuando tú estás leyendo un libro y no te gusta, no pasa nada, ciérralo y ve a por otro porque hay muchos libros por leer en la vida y la vida es muy corta. Y eso me parece fascinante porque es verdad. Por eso yo no me quedo con un único poeta porque hay cientos de poetas maravillosos, por eso no sólo escucho indie, porque llega de pronto un trapero y tiene una letra increíble que merece ser escuchado porque también te remueve cosas, por eso mi perfil es muy variado, estoy abierta a lo que la cultura me pueda ofrecer, sea del ámbito que sea y sea del tipo que sea”.
Cuestionario para conocer un poco más a Cris Fuertes
¿Rolling o The Beatles?
The Beatles, siempre.
¿Dalí, Velázquez o Warhol?
¡Ay, qué difícil! Pues mira, me quedaría… ¡Ay, muy difícil ésta! Pero voy a decir Warhol por todo lo que hice con Velvet Underground, que me parece maravilloso.
¿Concierto de un solo grupo o festivales?
Yo creo que concierto individual de un grupo en una sala, porque la magia que se crea en ese ambiente es perfecta.
¿La canción que más has escuchado la última semana en Spotify?
Te la voy a decir exacta. Mira, ha sido “Hogar” de Chica Sobresalto.
¿El último grupo que has descubierto que no puedes dejar de escuchar?
El último grupo que he descubierto…Cala Vento, me encantan. Ya les conocía, pero no les había escuchado mucho y el último disco me lo estoy escuchando a tope.
¿Entradas para conciertos que tengas ya compradas?
Pues mira, tengo: Artic Monkeys en Madrid, que me muero de la emoción. Tengo Coldplay en Barcelona, que también me muero de la emoción. Y no sé, tengo alguna cosita más, pero ya de cara a noviembre, diciembre…Así lo más cercano en el tiempo, Coldplay y Artic Monkeys.
Completa la frase, el amor es…
Magia.
¿Tienes alguna palabra, frase tatuada?
Sí, tengo Wonderwall de Oasis. También llevo un poema de Lorca tatuado y me haría muchísima ilusión conocer a Leiva y que me escribiera la palabra que quisiera y tatuármela.
Tortilla, ¿con o sin cebolla?
Con cebolla.
¿Team Shakira o Team Pique?
Shakira siempre. Eso ni se pregunta -risas-
¿Estado WhatsApp?
Mi estado de WhatsApp es un pollito.
