El Colegio de Abogados de Ciudad Real ha rematado este miércoles las actividades de Santa Teresa, premiando a trece abogados con la insignia de honor por el mérito de seguir en el oficio veinticinco años después y hacerlo “de una manera excelente”.
En el acto, punto de partida del curso judicial y de balance del año para el sector, ha habido críticas a la implantación del expediente digital en los juzgados, que “funciona” ya en Ciudad Real, Puertollano y la Audiencia Provincial, y a partir de febrero lo hará en el resto de partidos judiciales. “La herramienta no puede ser un fin en sí mismo”, ha dicho quejosa la presidenta de la Audiencia María Jesús Alarcón, que ha denunciado que tal y como está configurado el sistema “no es eficaz”, y que sus continuos cuelgues retrasa y complica el funcionamiento de la administración de Justicia, con problemas de saturación y falta de medios personales y materiales.
El juzgado de cláusulas suelo, el peor
Alarcón también ha reconocido que el juzgado de instrucción y primera instancia número 4, especializado en cláusulas suelo desde junio y con competencias provinciales, “está al borde del colapso, por no decir colapsado si no se le ponen medidas” (para finales de este mes está previsto que tres jueces se dediquen a despachar asuntos, aunque también se ha pedido refuerzo de tramitadores).
Cipriano Arteche, el decano del Colegio de Abogados, ha hecho suya esta última denuncia y ha criticado que haya sido el propio Consejo General del Poder Judicial el que “haya tenido la mala idea” de crear un sólo juzgado para cláusulas suelo por provincia.
La mediación y los recelos de la abogacía
María Jesús Alarcón, entusiasta de la mediación (forma alternativa al pleito para resolver conflictos), ha reprochado a la abogacía sus cautelas acerca de la implantación de la mediación en la provincia. En los juzgados de la capital existe desde el otoño pasado un turno en el que se ven posibles asuntos mediables de ámbito civil, que ya están dentro de la rueda judicial, y les ha invitado a participar en unas jornadas que se celebrarán próximamente para seguir dándola a conocer.
A Arteche la existencia de esta mediación no le parece mal siempre que se permita a los abogados acompañar a su cliente en la sesión informativa.
La profesión más divertida del mundo
Por los trece premiados ha intervenido el abogado de Ciudad Real Juan Manuel Lumbreras, que ha hecho una alegato de defensa “de la profesión más divertida del mundo”, en la que según ha explicado nunca hay cabida para el aburrimiento por la cantidad de situaciones y conflictos.
Lumbreras, que veinticinco años después sigue siendo socio del mismo bufete (Lumbreras, Urquidi, Zaldivar), al que además se han incorporado sus dos hijos y su mujer, ha explicado que la clave está en la “honradez”, la principal cualidad de un abogado “que se mueve siempre muy cerca del delito y la delincuencia, pero no debe contaminarse”. También ha apelado al sentido común y ha dicho que una de las mayores satisfacciones de ejercer esta profesión es que “en muchas ocasiones te dan las gracias”.
Junto a Lumbreras han recibido la insignia Jesús Alberto Toledano, Juan José Llanos, Guadalupe García del Barbo, Encarnación González (otra persona ha recibido e premio en su nombre), Francisco Javier Moreno, Juan Luis González, Juan Carlos García, Ana Urbita, Juan Noblejas, José Carlos Shinn, Manuel Lucendo y Rosario Lafuente.
En la presidencia del acto también han participado el fiscal jefe provincial Luis Huete, la presidenta del Consejo de la Abogacía de Castilla-La Mancha, Margarita Cerro, y el secretario coordinador Jesús Martín-Gil.
