Los hermanos Ramón, José y Manuel de Cádiz, condenados a más de treinta años de cárcel por el asesinato de un rival en una vía de servicio de la A-43, cerca de Ciudad Real, seguirán en prisión provisional.
La sección primera de la Audiencia, el mismo tribunal que los juzgó y condenó en junio de este año, ha denegado la petición de libertad provisional que hicieron los tres hace diez días. Apelaron a que la sentencia está recurrida ante el Tribunal Supremo, no es firme, y llevan ya más de dos años en prisión preventiva (desde el 24 de junio de 2014, un día después del crimen).
“Indicios claros en hechos delictivos graves”
El tribunal entiende que no sólo no ha variado la situación, sino que ha empeorado. “Existen indicios claros de su participación en hechos delictivos graves, siendo ello necesario para evitar el riesgo de fuga y la protección de terceros, tal como se refleja en los autos que la acordaron, hoy esos indicios y finalidades de la medida no solo se mantienen, lo que evita reiteraciones innecesarias a este tribunal, sino que se han intensificado con la sentencia”, dice textualmente el auto de prolongación de prisión al que ha tenido acceso este periódico.
La prórroga afecta “hasta la mitad de la pena impuesta” por la sentencia de 22 de junio de la Audiencia Provincial de Ciudad Real, que en el caso de Ramón es de 33 años y de 32 en el de sus hermanos.
Familiares se quejan de la “injusticia”
Esta semana familiares de los encarcelados se han puesto en contacto con Lanzadigital.com para denunciar “la injusticia” que se está cometiendo, sobre todo con los dos hermanos menores. “Ramón lo ha hecho, que lo pague, pero mis otros dos hermano son inocentes”, mantiene una de las hermanas de los acusados.
Mari Luz, la mujer de Manuel, de 24 años, madre de tres hijos y con un cuarto en camino, considera totalmente abusiva la sentencia que ha condenado a su marido “a más cárcel que si fuera terrorista”.
“Nosotros no somos los malos”
Además aseguran que ningún miembro del clan vive ya en Ciudad Real, “nos echaron”, y sostiene “que nosotros no somos los malos como se está diciendo”.
Ramón, José y Manuel de Cádiz fueron condenados en junio de este año por el asesinato de Diego Flores, tío de la mujer de Ramón, el 23 de junio de 2014, con el mantenían desavenencias previas.
Se supone que los acusados esperaron a la víctima y a su mujer -que volvían del mercadillo de Villacañas (Toledo) sobre las tres de la tarde- en el puente de la Autovía A-43 próximo a Torralba. Los abordaron con su coche hasta sacarlos de la carretera y dispararon con una escopeta en la cabeza “a cañón tocante” al varón, de 37 años, que murió en el acto. Se supone que fue Ramón quien apretó el gatillo, pero la sentencia condenó a sus hermanos, que iban con él, como coautores del crimen.
El fallo también les consideró autores del intento de homicidio de la esposa del asesinado (por provocar el accidente de tráfico) y de tenencia ilícita de armas.
El mismo día del asesinato Ramón tenía que haber ingresado en prisión por un incidente previo con los Flores, otro enfrentamiento a tiros en el barrio de Pío XII de Ciudad Real en 2013, en el que resultó herido por arma de fuego otro miembro de los Flores.