El’ techo de cristal’ ha saltado por los aires en el sindicalismo de clase de Ciudad Real. Dos mujeres, Esther Serrano y Alfonsi Álvarez, están detrás del cambio en CCOO y UGT. Muy conocidas en el entorno laboral, ambas acumulan varias décadas de trabajo en los sindicatos, son madres de dos hijos, se consideran feministas y están muy preocupadas por la actualidad política y social. En Ciudad Real van a defender luchas estatales como la subida del SMI o la reducción de jornada, aunque tienen retos propios.
Después de 12 años como secretaria de Organización, Esther Serrano se ha convertido en la primera mujer en ocupar la secretaria general en Comisiones Obreras en Ciudad Real. “A mí no me hubiera gustado ser la primera, sino una de muchas”, afirma. Está al frente del sindicato más fuerte de la provincia, con alrededor de 10.000 afiliados y casi 1.000 delegados. Pretende tener a raya el “síndrome del impostor”, que dice haber lastrado a las mujeres a la hora de dar un paso en la vida pública.
Su homóloga, Alfonsi Álvarez, repite en el cargo que tomó hace cuatro años. Recuerda que cuando entró en 2004 en UGT fue la primera mujer en ocupar la secretaría general de una federación en Castilla-La Mancha, Comercio y Hostelería. “Que estemos dos mujeres al frente del sindicalismo dice mucho de que las cosas están cambiando, aunque tienen que cambiar mucho más”, afirma. Para ella, en el plano sindical “las mujeres damos una visión más humana, más contemplativa”. Su sindicato cuenta con unos 7.000 afiliados y los datos entre sexos son muy parecidos.
Los inicios en el sindicato

Trabajadora social de profesión, Esther Serrano entró en CCOO cuando vivía en Toledo con 27 años porque quería convocar elecciones sindicales en su empresa. Pronto empezó a trabajar en el sindicato, “llevando formación, talleres de orientación al empleo, de prevención de drogodependencias”. Ha pasado por todo, desde inmigración y cooperación al desarrollo a políticas sociales y mujeres. Acumula 24 años de recorrido.
Una situación parecida es la de Alfonsi Álvarez, que tras acabar magisterio empezó a trabajar en un programa de becas en empresas para fomentar la contratación de jóvenes en prácticas durante 6 meses. Desde ahí accedió a la Federación de Comercio y empezó a recorrer la región negociando convenios. “Me he dedicado 17 años a la negociación colectiva en el sector privado, desde comercio, limpieza, a hostelería o transporte de viajeros”, explica.
“Un actor principal de la democracia”
¿Cómo entendéis el sindicalismo? Ninguna lo ve reducido al ámbito laboral y reivindican la figura del “sindicato de clase”. “El sindicalismo es el servicio público al trabajador de manera transversal, en todos los aspectos de su vida”, señala Álvarez, por eso es una “férrea” defensora de que UGT tenga delegaciones. “Las comarcas tienen que estar abiertas. No podemos mandar al trabajador para que se vaya a Ciudad Real o Toledo”, expresa desde el despacho que posee en la casa del pueblo de Manzanares.
La secretaria general de CCOO va más allá y destaca el “tinte sociopolítico” que lleva marcado el sindicato en su ADN. “El sindicato no solo es una herramienta de reivindicación de las condiciones de las personas trabajadoras, sino que es un actor principal de la democracia”, destaca Serrano. Así pues, el reparto de la riqueza no se acaba con el salario, sino que también tiene que ver “con las políticas de cuidados, la educación o la sanidad”.
“A la gente joven, ni le importa el sindicato, ni sabe lo que es”

Por eso, ambas insisten en defender la afiliación en un momento de gran desafección. Serrano considera una paradoja cómo los sindicatos han sido en los últimos cuatro años protagonistas en decisiones de calado nacional, como la subida del Salario Mínimo Interprofesional, y sin embargo la afiliación ha caído. También lo fueron durante la pandemia, con la gestión de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). “Quizás no hayamos sabido trasladar lo suficientemente al conjunto de los trabajadores y la sociedad todas las cosas que hacemos y cómo lo hacemos”, explica.
Con añoranza de la cultura política de la Transición, aquellos tiempos en los que la gente cuando terminaba de trabajar tenía la costumbre de acudir al sindicato “una o dos horas, para charlar, debatir y reflexionar”, Álvarez reconoce que hay que hacer “autocrítica”. “El sindicalismo que yo viví hace años en esta provincia no es el que ahora mismo existe. A la gente joven, ni le importa el sindicato, ni sabe lo que es, ni conocen nuestras siglas, y nos estamos alejando de los trabajadores”, añade.
Los equipos: UGT estrena ejecutiva provincial
Llegar a los jóvenes está entre los objetivos concretos que se marcan las dos secretarias generales en estos cuatro años, al igual que mejorar la comunicación “interna y externa”. Serrano, por ejemplo, ha incorporado a una persona joven en su ejecutiva, para subir esa cifra del 15 por ciento de afiliación entre menores de 29 años que existe en CCOO. Lo hace con un equipo formado por “un 50 por ciento de hombres y mujeres”, en el que hay “personas de todas las federaciones y sindicalistas de trayectoria”.
Tres mujeres y cuatro hombres componen la ejecutiva provincial de UGT, la primera de la historia, ya que hasta ahora existía una regional de la que formaba parte la secretaria general de Ciudad Real. “El nuevo modelo reconocido en los estatutos confederales nos da muchas alas”, explica. Las personas que forman parte de este equipo dicen mucho de los intereses de Alfonsi Álvarez. Por ejemplo, Begoña Muñoz, que viene del sector de auxiliares de ayuda a domicilio, es la secretaria de Igualdad.
Otros objetivos: falsos autónomos y personas que teletrabajan
A la hora de marcar sus objetivos, ambas insisten en reducir el “centralismo” de la acción sindical en la capital de Ciudad Real, al igual que llegar a colectivos que hasta ahora apenas han estado representados en los sindicatos. Esther Serrano habla de “los desempleados, los inmigrantes, las personas con discapacidad, los falsos autónomos, las personas que teletrabajan”. “Debemos ser capaces de llegar a cualquier rincón de Ciudad Real, centros comerciales, polígonos y pueblos donde hay empresas”, añade.
Si “se ponen en frente” de la reducción de la jornada, “les va a ir muy mal”

Luego están los objetivos nacionales: la subida del SMI, la reducción de la jornada laboral y la disminución de la siniestralidad laboral. Alfonsi Álvarez se muestra muy preocupada por el número de accidentes. “La inspección de trabajo no tiene los recursos necesarios. Además, hemos pedido por activa y por pasiva a la Junta de Comunidades la figura del delegado territorial de prevención”, señala. Para ella sería “un éxito” que en aquellas empresas donde no existe el número de trabajadores suficientes para tener delegado de personal, los sindicatos pudieran formar a las plantillas sobre los peligros que corren. Castilla-La Mancha cerró 2024 con más de 27.000 accidentes de trabajo con baja y 58 fallecidos.
La reducción de la jornada laboral a 37,5 horas, tal y como defiende el Gobierno de España, “ya toca por justicia” para Esther Serrano. “De nada sirve mejorar las condiciones de un trabajo que es esclavo si no tenemos tiempo para la vida”, dice. Así pues, tacha de “interesados” los mensajes que dicen que se trata de trabajar menos por más dinero, afirma que el aumento de la competitividad en las empresas no pasa por “un presencialismo absoluto” y considera muy importante que los partidos políticos entiendan que, “si se ponen en frente, les va a ir muy mal”.
Sin huelgas generales, pero con “conflictividad”
Desde 2012, UGT y CCOO no han convocado ninguna huelga general (excepto la huelga de 2 horas convocada por CCOO el 8M de 2018, cuando las mujeres feministas pararon). Atrás quedó la crisis económica de 2007, la época del gran desempleo y los recortes, pero la confrontación entre trabajadores y empresarios o Administraciones públicas no ha cesado. “El hecho de que no haya huelgas no quiere decir que en el día a día de las empresas no exista conflictividad”, destaca Alfonsi Álvarez.
Las mediaciones se multiplicaron por dos en la provincia de Ciudad Real el año pasado. El jurado arbitral de Ciudad Real registró 73 expedientes, que implicaron a 1.000 empresas y 18.000 trabajadores. Pero no solo los conflictos colectivos han crecido, sino también los despidos colectivos, “un 54 por ciento en Castilla-La Mancha”. “Nuestros delegados de personal tienen un trabajo durísimo a diario y la gente hace cola en nuestras asesorías jurídicas, como aquí en Manzanares, día sí y día no”, añade.
En marzo los trabajadores de la multinacional Vestas en Daimiel hicieron paros de dos horas dos días a la semana y hay diferentes huelgas convocadas por los técnicos de transporte sanitario. Ambas consideran que la huelga es una herramienta que tiene el sindicato para conseguir derechos, al igual que la lucha pacífica en la calle. “Esta dentro de nosotros”, advierte Álvarez. Eso sí, destacan que no es la única herramienta con las que cuenta el sindicato.
“La patronal de Ciudad Real tiene su propia filosofía”

Para este año, la patronal y los sindicatos se tendrán que poner de acuerdo para renovar los convenios de cementos, transportes de viajeros, hostelería, pompas fúnebres, panaderías, metal y campo, aparte de los que vienen de años anteriores, que son sanidad privada, oficinas y despachos, y atención sociosanitaria en domicilio, que está judicializada. Esther Serrano destaca que “son 30.000 trabajadores de la provincia de Ciudad Real afectados por la negociación colectiva”.
La cabeza de CCOO pide a la patronal Fecir “que tenga responsabilidad y altura de miras”, porque “los salarios siguen siendo muy bajos, mientras que crecen los márgenes de las empresas”. “No puede ser que una familia tenga que dedicar un 40 por ciento a la vivienda, y que luego asuma continúas subidas en los precios de los alimentos básicos”, añade. En especial, Serrano y Álvarez son muy sensibles a las reivindicaciones de los sectores sociosanitarios “feminizados y precarizados”, como la ayuda a domicilio, de la hostelería, la limpieza o las empleadas de hogar
Desde UGT, Álvarez reconoce que en la provincia es muy difícil negociar un convenio colectivo. “La patronal de Ciudad Real entiende su propia filosofía, no atiende ni a lo que marcan sus mayores de la CEOE, ni el Gobierno”, añade. Mientras que el Gobierno ha tratado de paliar las “situaciones más dramáticas” con sus medidas, habla de la “picaresca” de las empresas, a la hora de pervertir los fichajes de horas o de llegar al salario mínimo con pluses. “Los problemas reales no se van a resolver hasta que la patronal no entienda que invertir en sus trabajadores es invertir en su propia empresa”, subraya.
Temas de actualidad
Les preocupa el mundo del trabajo, pero también la actualidad política y sacan tiempo para estar muy informadas, mientras que tratan de compaginar el cuidado de los hijos, la lectura y piensan en recuperar hobbys, el teatro Esther Serrano y la pintura Alfonsi Álvarez. “Vivimos en el mundo global y me preocupa mucho la economía, la política, la política de Trump y Putin, y no puedo permanecer impasible ante el genocidio en Gaza”, expresa Serrano, que se muestra al mismo tiempo esperanzada ante las movilizaciones en defensa del estado del bienestar y la unidad europea en Roma. A Álvarez la genera “mucha tensión” la incertidumbre política y, sobre todo, “cómo nos pueden afectar a los trabajadores los giros hacia la ultraderecha”.
Objetivos comunes
Días después de sus respectivos congresos todavía no se han reunido en persona, pero Esther Serrano y Alfonsi Álvarez muestran mucho interés por el entendimiento. “La unidad hace la fuerza”, afirman. “Espero que el hecho de que seamos dos mujeres vaya en beneficio de los trabajadores y las trabajadoras de la provincia. Evidentemente perseguimos los mismos objetivos, y si cada sindicato rema para un lado, esto no va a beneficiar a nadie”, dice la secretaria general de CCOO. A lo que su homóloga en UGT responde que “sus problemas serán mis problemas, y los éxitos suyos serán los míos, y de los trabajadores y las trabajadoras de la provincia”.