En el caso concreto de la provincia ciudadrealeña, se han registrado 407 matriculaciones de vehículos en el mes de junio, un 24,21% menos que en el mismo periodo de 2019, cuando se matricularon 537 vehículos.
Según los datos ofrecidos este miércoles por ANFAC, la patronal de los fabricantes de vehículos, y FACONAUTO, la patronal de los concesionarios de coches, hasta el 30 de junio se habían matriculado 1.683 vehículos en la provincia de Ciudad Real durante los seis primeros meses de 2020, frente a los 3.158 que se habían vendido en el mismo periodo de 2019. Esta cifra supone un descenso del 46,71%, que está motivada por los estragos que está causando en el sector el Covid-19 y su posterior estado de alarma, el cual obligó a los concesionarios automovilísticos a echar el cierre y a que no pudieran abrir sus puertas hasta el pasado 11 de mayo.
De las 407 matriculaciones registradas en la provincia de Ciudad Real, 342 corresponden a clientes particulares, mientras que 65 son de empresas. En cuanto al tipo de motorización, 234 de estos vehículos han sido gasolina, 124 de diésel y los 49 restantes pertenecen a otras motorizaciones.
Noemi Navas, directora de comunicación de ANFAC, señala en una nota de prensa que “aunque se hayan mejorado las cifras de matriculaciones respecto de los meses anteriores, el mercado sigue registrando preocupantes datos de caída, especialmente en el canal de rentacar, que ya tendría que estar levantando ante la cercanía de la época estival. Sin embargo, la incertidumbre al respecto de cómo evolucionará la situación en los próximos meses complican la situación”.
En su opinión, el plan Renove, anunciado dentro del plan de Impulso a la Cadena de Valor del Sector de la Automoción, “debería jugar un papel muy importante en esta recuperación del mercado, ayudando a superar el impacto de la crisis del coronavirus en la automoción y fomentando la renovación del parque, pero es imprescindible su rápida entrada en vigor”.
Por su parte, Raúl Morales, director de comunicación de Faconauto, indica que ““el resultado de junio ha vuelto a ser catastrófico, por lo fuerte de la caída. El mal comportamiento del canal de empresas alquiladoras, con un turismo todavía inexistente, ha castigado especialmente la cifra final de junio. Como nota positiva, nos quedamos con que el canal de particulares, al que atienden los concesionarios, es el que menos ha retrocedido, comportándose mejor de lo esperado”.
Para Morales, “los concesionarios han conseguido movilizar su cartera de clientes, recuperando operaciones y atrayendo compradores gracias al esfuerzo promocional que están haciendo junto a sus marcas. Esto no es más que un espejismo: si la puesta en marcha del plan de renovación del parque, anunciado por el Gobierno, no se concreta el mercado definitivamente se parará. En esta crisis, para nuestro sector, los días cuentan: cuanto más se tarde en lanzar la recuperación, más problemas tendremos”.
Según la directora de Comunicación de Ganvam, Tania Puche, “el efecto calendario tiene mucho que ver en el balance de junio. El mes pasado contó con dos días laborables más que en 2019 lo que favorece la comparativa y además, no olvidemos, que lo comparamos con el que fue el peor mes de junio desde 2015 por la inestabilidad política y, sobre todo, la incertidumbre que tenían los particulares sobre qué coche comprar por los dardos lanzados contra el diésel. Ahora estamos en un punto de inflexión. Activar de forma inminente el plan de impulso a la demanda, anunciado ya hace quince días, es lo que permitirá dinamizar las ventas paralizadas por el confinamiento y que el mercado modere la caída de un 45% a un 30% aproximadamente en 2020”.