J.S.G.M, acusado de abusar sexualmente de una mujer que sufrió un desvanecimiento a causa del alcohol y las sustancias estupefacientes que había ingerido, ha asegurado que no la tocó “ni despierta ni dormida”. Una afirmación en la que se ha reafirmado varias veces durante su declaración ante la Sección Primera de la Audiencia provincial de Ciudad Real, donde este martes se han juzgado estos hechos ocurridos en Alcázar de San Juan en agosto de 2021.
Ante preguntas del fiscal sobre si había tenido algún problema previo con la mujer, ha insistido en que hasta esa noche, la del 15 de agosto de 2021, solo la conocía de vista y que esa noche vino con un amigo de él y que este en un momento de la noche se fue, y que ella se quedó con el acusado tras preguntarle si la podía acercar a su pueblo después (al parecer venía de un pueblo del sur de Toledo). Él accedió porque en ese momento de la noche sólo se había bebido “una cerveza”.
Tras estar varias horas en un bar en el que él, ha asegurado que continuó bebiendo, ha declarado que ella dijo que si podían dar una vuelta y fue cuando terminaron en el cerro. Sobre lo ocurrido en este punto, el acusado ha afirmado que él estuvo echándose unas copas fuera del coche ya que llevaba bebida en el maletero, y ella tumbada en el asiento delantero del coche pero que en ningún momento el vio que se durmiera aunque sí confesó en un momento que no se encontraba bien y que estaba mareada y que no pasó nada entre ellos. Que cuando ella insistió en que la llevara a su pueblo y él se negó por, según ha declarado, estar demasiado bebido para ponerse en carretera fue cuando se enfadó y llamó a la Policía.
Considera que las acusaciones de la mujer son por rencor
Sobre que las acusaciones que vertió sobre él a la Policía considera que fue “por rencor o por desprecio, por decirle que la iba a acercar a su pueblo y luego no la acerqué”, ya que, ha alegado, que en ese momento iba en un estado de embriaguez que no podía ponerse en carretera, y ha reiterado que “no la toqué en ningún momento», a lo que ha añadido que no se puso “bravo” ni le dijo “nada de nada, ni me puse agresivo cuando dijo que iba a llamar a la Policía”.
Además, considera que lo que ha calificado de “rabieta” también podría venir motivada porque le dijo que le iba a contar a la pareja del acusado que había estado con ella y que él le contestó que podía decir lo que quisiera porque “no he hecho nada contigo y mi pareja sabe como soy”.
Tras la declaración del acusado, y al no haber comparecido la mujer, se ha procedido a tomar declaración a los policías nacionales que acudieron a la llamada de esta y se ha realizado la prueba pericial.
Respecto a los dos agentes de la Policía Nacional ambos coinciden que acudieron a la llamada de una mujer (previamente el acusado había asegurado que él también había llamado a la Policía). Uno de ellos ha destacado el estado de nerviosismo y ansiedad de la mujer y que ambos estaban «ebrios y de aspecto descuidado», y que ella parecía más ebria que él.
Sobre el acusado ha manifestado que negaba todo lo ocurrido y que «había habido relaciones de mutuo acuerdo» mientras su compañero ha asegurado que «se mostraba sorprendido, agachaba la cabeza y negaba lo ocurrido».
Han pasado por la sala varios agentes de la Policía Judicial de Alcázar que han manifestado que se tomó una prueba de ADN al acusado y se realizó una inspección del coche.
Por su parte, el médico forense ha asegurado que en la exploración solo encontró un moratón en la cara interna de uno de los muslos, siendo el resto de la exploración físicanormal, no tenía señal de agresiones. Además se enviaron muestras y ropa interior al Instituto Nacional de Toxicología. Unos análisis, los del Instituto Nacional de Toxicología en los que no se consiguieron resultados concluyentes sobre los perfiles de ADN que se lograron aislar.
Un juicio que se retomará el próximo 7 de abril a no haber comparecido la presunta víctima, una sesión donde podrá contar su versión de los hechos.
Los hechos
El acusado y la víctima, según el escrito de acusación de Fiscalía, al parecer se conocían de vista pero no habían tenido ningún vínculo previo a la noche de los hechos cuando sobre las cuatro de la mañana del 15 de agosto de 2021 se encontraban ambos en un coche en el paraje de San Isidro de Alcázar de San Juan.
Abusó de la mujer dos veces mientras esta sufría sendos desvanecimientos
En un momento dado ella sufrió un desvanecimiento a consecuencia del alcohol y las sustancias estupefacientes que había consumido. “Lejos de prestarle auxilio”, afirma el escrito de Fiscalía, el acusado le bajó los pantalones y le realizó sexo oral.
La mujer “aturdida y mareada” intentó apártalo como pudo, rogándole que la dejase y que la llevara a su domicilio. El acusado no le hizo caso y aprovechó un segundo desvanecimiento de la mujer para volver a abusar sexualmente de ella.
Unos hechos por los que la Fiscalía solicita ocho años de prisión por un delito de abuso sexual, además de la prohibición de comunicarse o acercarse a ella durante un periodo de nueve años
