La sensación tras el juicio en el que se juzgaba a un hombre de Puertollano y a su madre por la presunta estafa de unos 60.000 euros a una mujer de la misma localidad con la que el hombre, presuntamente, mantuvo, una relación amorosa durante apenas seis meses, es que ha quedado mucha parte de la historia por conocer.
El juicio ha quedado visto para sentencia tras solo las declaraciones del acusado, J.R.S.R., 23 años cuando ocurrieron los hechos –entre los últimos meses de 2017 y los primeros de 2018-, la madre, M.R.A., y la víctima, N.F.P., de 46 años cuando todo sucedió, y la aportación de las pruebas documentales.
La fiscal ha mantenido la acusación, aunque ha variado un aspecto de la misma considerando que el delito era una estafa agravada en lugar de una estafa continuada, como en un principio sostenía, aunque no ha modificado la petición de 3 años de cárcel y la devolución del dinero estafado.
Se ha basado para ello en la declaración de la víctima, que, durante la misma, ha relatado toda las veces que le prestó dinero y las cantidades que le daba en cada ocasión. Ha dicho que se sentía “engañada, coaccionada”, pero que se endeudaba con bancos o con empresas que daban créditos rápidos “porque le quería”.
El Ministerio Público ha asumido este testimonio y ha concluido que el engaño existió y ha dado por buena la versión de la mujer de que, entre ambos, había una relación sentimental con promesas de vida en común.
La acusación particular, por su parte, se ha sumado a las conclusiones de la Fiscalía y ha aumentado, en todo caso, la petición de penas, seis años para cada uno delos acusados. Esta parte ha hecho especial incidencia en las consecuencias que ha tenido la historia para la mujer: deterioro patrimonial y de su salud.
La mujer, según fue diagnosticada, padece un trastorno de la conducta alimentaria ansiosos depresivo y un trastorno mixto de la personalidad. A su juicio, este hecho la hacía “vulnerable” ante las peticiones de un hombre del que estaba enamorada.
Lo niega todo
El acusado, durante su declaración, lo ha negado prácticamente todo. Solo ha admitido que una vez le dejó 12.000 euros por una cuestión familiar y que estuvo pagándole a la mujer unos 300 euros durante siete u ocho meses, hasta que ella presentó la denuncia contra él y su madre.
Ha rechazado que existiera una relación amorosa entre ellos, ha dicho que simplemente eran amigos y que nunca habían pasado a más. También ha desmarcado a su madre de los hechos y ha reiterado que ambas mujeres apenas coincidieron un par de ocasiones.
La madre, a su vez, también se ha desmarcado de la relación de su hijo con la víctima y que ella supiera que le estaba prestando dinero, aunque la víctima grababa todas sus conversaciones telefónicas y ha aportado al juicio una donde habla con la madre sobre el dinero que le había prestado, la citada cantidad de 12.000 euros.
Las defensas se han basado en sus argumentos en estas declaraciones de los acusados y han buscado las contradicciones y la falta de concrecciones de la víctima durante su testimonio, que ha sido detrás de un biombo, dado que tiene una orden de alejamiento del acusado.
Han incidido, básicamente, en la situación de la mujer, no compartiendo que su situación psicológica le hiciera tomar decisiones sobre el dinero sin control de su voluntad y por el hecho de estar enamorada del hombre.
El abogado del hombre, en particular, se ha centrado en que, pese a que pueda haber constancia documental de entidades bancarias y empresas de crédito rápido de que ha sacado el dinero, el mismo hubiera sido entregado al hombre. “No hay constancia, no hay ningún recibí de que esto fuera así”, ha esgrimido.
Historia
La historia se inició a finales de agosto, primeros de septiembre de 2017 en las Urgencias del Hospital de Puertollano donde coincidieron. Ambos arrastraban parejas anteriores, ella se había separado ya antes de divorciarse, él no ha quedado claro si estaba casado o sigue casado.
La mujer ha dicho que el período de amistad duró en torno a un mes, que luego pasaron a ser pareja sentimental. Él ha insistido en que nunca fueron pareja sentimental.
Ella que le prestó dinero en varias ocasiones –para la compra de una furgoneta, tras una accidente que tuvo, para pagarle una multa, para sacarle de un calabozo en Valencia, donde había sido detenido en una ocasión, etc, hasta sumar los 60.000 euros.
El hombre, en un momento dado, se ha removido en el banquillo de los acusados en una fase del juicio donde se estaban planteando cuestiones que le han molestado, lo que la ha llevado a la presidenta de la Sección Primera de la Audiencia a llamarle la atención y mandarle un aviso.
Al final, en el turno de última palabra, ha lanzado una diatriba contra la víctima, insinuando que su vida no era tan limpia como podía parecer, en relación con el lance del juicio en el que ha sido amonestado por la presidenta del tribunal.