“El horizonte que nosotros nos planteábamos alcanzar en cinco o seis años se nos ha acelerado y se nos va a poner en uno o dos años”. Así define el director comunicación y relaciones institucionales de Ciudad Real International Airport (CRIA) el “acelerón” que ha experimentado el aeródromo manchego a consecuencia de la pandemia del Covid-19 y del “parón” en la movilidad de todo el mundo.
Una de las principales líneas de negocio del aeropuerto de Ciudad Real es el mantenimiento de aeronaves. “Antes de la pandemia ya habíamos empezado a trabajar en esta línea, que es uno de nuestros principales caballos de batalla. Con la llegada del Covid-19 se paralizó todo un poco, pero ante la limitación de la movilidad global, las aerolíneas empezaron a movilizar sus flotas para hacer labores de mantenimiento en ellas, así como estacionarlas durante un largo periodo de tiempo. Esto propició que metiéramos el turbo en una línea de negocio con la que ya estábamos trabajando”, explica Bódalo.
En estos últimos días se ha instalado en Ciudad Real la cuarta empresa de mantenimiento de aeronaves que presta servicio en el aeropuerto. Actualmente, alrededor de 60 personas trabajan para estas cuatro empresas, que se suman a otras 60 que trabajan para el buen funcionamiento y la operatividad del aeródromo. Ante el crecimiento exponencial de empresas que operan en el aeropuerto en materia de mantenimiento y “las que quedan por llegar”, desde CRIA están trabajando ya en la construcción de hangares para almacenar aeronaves, así como la ampliación de la plataforma para albergar otros 52 aviones más. El objetivo que se ha puesto CRIA es llegar a acoger en el aeropuerto unos 300 o 400 aviones a la vez, aunque su capacidad es para albergar incluso mil.
“Desde CRIA hacemos un balance positivo de estos casi cuatro meses, porque ha servido para acelerar nuestros proyectos, sobre todo en el ámbito del mantenimiento, asegura el director comunicación y relaciones institucionales de Ciudad Real International Airport (CRIA).
También hacen un balance positivo de su otra línea de negocio, las mercancías. El establecimiento del corredor aéreo sanitario entre Ciudad Real y China ha despertado el interés de numerosas empresas logísticas. “Se han dado cuenta de que Ciudad Real es una terminal muy ágil y está perfectamente concebida para la llegada y el despacho rápido de mercancías”, destaca Bódalo. En este sentido, saca pecho porque “uno de los aviones de carga más grandes del mundo”, el Boeing 747, haya aterrizado en Ciudad Real cargado de material sanitario “y en menos de cinco horas ya haya estado toda la mercancía en la aduana”, señala. “Eso pone en valor nuestro aeropuerto, que es muy operativo”.
Respecto a esta línea de negocio, Bódalo ha reconocido que, aunque será más lenta su expansión que la del mantenimiento de aeronaves, ha despertado bastante interés entre las empresas del sector logístico. “Nos faltaba que las empresas vieran un ejemplo”, comenta.
500 personas trabajando a finales de 2021
En cuanto a las cifras laborales, el director comunicación y relaciones institucionales de Ciudad Real International Airport (CRIA) considera que para finales de 2021 podría haber trabajando en el aeródromo ciudarrealeño unas 500 personas. En la actualidad, trabajan en él, alrededor de 120, aunque algunos de manera intermitente.
“Esto repercutirá positivamente en Ciudad Real y en toda la provincia”, pues será un importante revulsivo económico para el territorio, además de los puestos de empleo indirectos que se puedan generar.
Vuelos ejecutivos
La tercera línea de negocio de CRIA son los vuelos ejecutivos. Desde septiembre de 2019, fecha en la que comenzó a operar el aeropuerto, han sido muchos los vuelos ejecutivos que se han realizado, principalmente para el sector de la caza, del que esperan que durante este año se dupliquen este tipo de vuelos.
No obstante, los vuelos de pasajeros “aún quedan lejos”, asegura Bódalo, dado que esta línea tiene que ir de la mano con la parada del AVE en la plataforma del aeropuerto y es una cosa “que no se hace del día a la noche”. Aún así, Bódalo reconoce que “sería una oportunidad única” para que Ciudad Real se convierta en el primer aeropuerto español conectado a la alta velocidad y que permitiría que muchos vuelos ‘low cost’ de radio largo (América o Asia) aterrizaran en España para desplazarse a Madrid, Andalucía o Valencia.
Además, señala que con el “parón” en la aviación mundial sería “incompresible que echáramos toda la carne en el asador en ese sector, cuando va a ser ahora el que menos funcione”.