Ciudad Real ha sufrido en los últimos meses diversas roturas en las tuberías que recorren el subsuelo de la capital y que a diario abastecen a los vecinos de agua potable y de calidad. Unas roturas que, en la mayoría de los casos, son producidas por diferentes factores, pero en las que la antigüedad de las tuberías tiene una especial importancia a la hora de que se produzcan estas averías.
Del 2016 al 2020, el equipo de Gobierno presidido por la ya exalcaldesa Pilar Zamora, renovó más de 15 kilómetros de tuberías de la ciudad, en 32 obras distintas, sustituyendo así las antiguas tuberías de fibrocemento por tuberías de polietileno de alta densidad o de fundición dúctil, en el caso de tuberías de mayor diámetro. De hecho, el equipo de Gobierno tenía y tiene como premisa que siempre que «se levante» una calle, también se actúe sobre «lo que no se ve», es decir, en la sustitución de redes de agua potable y saneamiento para que, en un futuro próximo, no se produjeran averías y no hubiera que levantar la calle de nuevo.
Pese a estos más de 15 kilómetros de tuberías renovados, el concejal de Infraestructuras del Ayuntamiento de Ciudad Real, Casimiro Pastor, en declaraciones a Lanza, reconoce que aún queda mucho trabajo por hacer y ese trabajo «no se hace ni en una ni en dos ni en tres legislaturas», añade. Pastor destaca el esfuerzo realizado por el anterior equipo de Gobierno (2015-2019) y el actual a la hora de trabajar en la renovación de las tuberías de agua de la capital, frente a lo que se hizo en los cinco años anteriores, pues según indica, entre 2010 y 2015 apenas se renovó un kilómetro de tuberías.
De cara a los próximos años, el concejal de Infraestructuras señala que hay diferentes proyectos preparados, «no solo para esta legislatura», sino para las siguientes. De hecho, muchas de estas actuaciones que el Ayuntamiento tiene en mente estarán financiadas con los Fondos Europeos de Recuperación que llegarán a España.
Roturas
Sobre las roturas, Pastor comenta que «nadie las desea», pero asegura que se están produciendo «muchísimas menos» que las que se producían anteriormente gracias a la sustitución de estos más de 15 kilómetros de tuberías.
La última que se produjo fue el pasado lunes en la calle Pozo Concejo, donde se produjo un reventón de la tubería, la cual es de fibrocemento. De hecho, entre los planes del Ayuntamiento para este año, se encuentra el arreglo de esta frecuentada calle, con el que también se sustituirán las antiguas tuberías de fibrocemento por unas más modernas.
Para Pastor, las roturas de tuberías son «inevitables», aunque cuantas más se vayan sustituyendo menos roturas habrá, ya que la inmensa mayoría de las tuberías en las que se suelen producir averías son las fabricadas con fibrocemento.
Ciudadanía comprometida
Por último, el concejal de Infraestructuras ha querido agradecer a la ciudadanía de la capital provincial su compromiso con el uso responsable del agua. «Es un factor muy importante que los vecinos y las vecinas estén concienciados sobre esto, ya que además de las inversiones que se realizan desde el Ayuntamiento para no malgastar ni una sola gota de agua, la colaboración ciudadana también es fundamental», ha aseverado.