La concejala de Servicios Sociales, Aurora Galisteo, ha destacado que el Banco de Tiempo cumple su quinto aniversario y se ha convertido en “una realidad en nuestra ciudad”, siendo “una potente iniciativa que va a ir a más y que vamos a seguir apoyando, y en la que sus principales artífices son tres trabajadoras de la Concejalía de Servicios Sociales como Rosa, Susana y Maika”.
Según Galisteo, el Banco de Tiempo realizó una “extraordinaria labor” durante la pandemia, al explicar que “fueron los que se encargaron de atender a nuestras personas mayores, de realizar compras, etc.”, añadiendo que desde el Ayuntamiento “vamos a seguir trabajando con ellos porque creemos que es jun proyecto que contribuye a hacer más grande Ciudad Real y a dar una mejor atención a nuestros vecinos”.
También se ha referido a que durante la jornada de este viernes “se trata un tema sensible como es el de las personas mayores, un colectivo en el que queremos seguir profundizando para que sean partícipes de nuestra visa social y cultural y con el que nos estamos volcando desde el minuto uno”.
Rosa Sánchez Peña, técnico de la Concejalía de Servicios Sociales, ha recordado que el Banco de Tiempo es un proyecto de Servicios Sociales que tiene “mucha aceptación dentro de la ciudadanía” y consiste en “compartir el tiempo una hora por tu hora”.
También se ha referido a que en esta ocasión las jornadas se han centrado en las personas mayores debido a que “el Banco de Tiempo es un recurso que da una posibilidad inmensa para la mejora de la calidad de vida de los mayores. con el fin de que entre ellos puedan compartir diferentes apoyos y experiencias, siendo a su vez más partícipes dentro de la ciudad”.

Respecto al trabajo en el día a día del Banco de Tiempo, Sánchez ha explicado que en este proyecto, que cuenta con cerca de cien socios activos y en el que puede participar cualquier persona mayor de 18 años, “lo que se hace es intercambiar el tiempo, dentro de un tema de economía colaborativa donde no se utiliza el dinero, ya que lo que hace es intercambiar cualquier recurso o servicio a través del tiempo, valiendo todo igual, ya sea una hora de una persona que te plancha una camisa o un abogado que presta asesoramiento jurídico”.
De esta manera, los socios intercambian servicios entre ellos sin necesidad de gastar dinero, sino que se hace a través del tiempo. Dentro del Banco de Tiempo también se prestan intercambios grupales donde una persona con determinados conocimientos decide ponerlos al servicio de la ciudadanía. Tampoco falta el Banco de Tiempo comunitario que consiste en la colaboración entre instituciones.

Por su parte, el ponente Alberto Sarasola, doctor en Trabajo Social y profesor de la Universidad Pablo de Oravide de Sevilla, ha impartido la conferencia marco ‘Bancos de Tiempo y Personas Mayores, un modelo de Participación Social y mejora de la Calidad de Vida”.
Sarasola, que realizó una tesis sobre las personas mayores y la participación social del Banco de Tiempo, ha indicado que en su ponencia va a explicar como “a través de una entidad como podrían ser los Bancos de Tiempo, las personas mayores pueden mejorar su calidad de vida”.
De esta manera ha apuntado como a través de la participación social, de compartir espacios y tiempo y de entregar parte de la sabiduría que almacena un ciudadano, “estamos dotando a unas personas de independencia y le estamos dando una serie de herramientas que pueden mejorar sus vidas”.
Ha comentado que la idea principal pasa por “motivar” y por “hacer que las personas se activen y puedan estar en contacto con otros ciudadanos, evitando, en el caso de los mayores, la soledad no deseada”.
Luisa, que es una voluntaria del Banco de Tiempo, ha explicado que ofrece colaboración para organizar eventos, ya sea dentro de esta iniciativa o con otras asociaciones.
Confiesa que tan solo lleva unos meses dentro del Banco de Tiempo, destacando que una de las cosas que le gusta es que “se trata de una red en el que se establece contacto de persona a persona de manera presencial y no a través de una pantalla”.
Por su parte, el periodista Ignacio Morate, ha indicado que dentro del Banco de Tiempo ha aportado sus conocimientos por haber trabajado durante toda su vida en el periodismo: «Suelo realizar los escritos e informaciones para divulgarlas luego a través de los medios de comunicación”.
Pero también dedica su tiempo a acompañar a personas que tienen que ir al médico, o a hacerle la compra, una necesidad que tuvo especial incidencia durante el periodo de pandemia.
Morate aclara que a cambio de su tiempo “he recibido clases de inglés y he pedido ayuda en temas de fotografía y tecnológicos porque Internet se me queda un poco desfasado”.
