SAN PABLO BURGOS 37 |
HIROS BM CASERÍO 41 |
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Ibrahim Moral, Igor Karlov (11), Adama Sako (2), Lander Simón (7), Felipe Fuentes, Dalmau Huix, Marcos González. También jugaron: , Rubén Fernández, Andrés Alonso (5), Toni Alegre (5), Jaime Gallardo (2), Ernesto López (3), Íñigo Celorrio, Lucas Adriano Barros, Stefan Trpchevski (2). | Miguel Bravo,Werner (2), Francisco José Ruiz ‘Paquillo’ (6), Santiago Canepa (5), Manu Díaz (6), Ángel Pérez de Hinestrosa (8), José Andrés Torres (11). También jugaron: Campanario (2), Lumbreras, Augusto Moreno de la Santa, Javi Torre ‘Jabato’, Santiago A. Giovagnola, Rodrigo, Diego A. Pérez (1) y José Antonio Bravo. |
ÁRBITROS Maros Nagy y Patrik Papaj Exclusiones: Adama Sako (2), Marcos González, Jaime Gallardo; Campanario. |
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PARCIALES 4-3 (5’); 7-8 (10’); 11-11 (15’); 15-15 (20’); 17-18 (25’); 20-22 (descanso); 23-22 (35’); 26-26 (40’); 27-29 (45’); 30-33 (50’); 32-37 (55’); 37-41 (final). |
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INCIDENCIAS Partido de la tercera jornada de la fase de ascenso a ASOBAL, disputado en el pabellón municipal El Plantío de Burgos. |
El Hiros BM Caserío Ciudad Real consiguió este domingo un triunfo muy especial. Fue el primero de su historia en una fase de ascenso a la Liga ASOBAL y sirvió a la vez como dedicatoria a Santi Urdiales. El técnico no dirigió al equipo tras el fallecimiento de su madre (en su lugar lo hizo el preparador físico Javier Ortiz), pero recibió ese gran apoyo por parte de sus jugadores con este triunfo que fue para él. Los ciudarrealeños ganaron en la pista del San Pablo Burgos por 37-41 para subir a la quinta posición de la tabla, aunque con el ascenso todavía lejos.

Salió con la lección bien aprendida el Caserío, que se empleó a fondo para tratar de frenar la velocidad de su rival, a la vez que se replegaba bien. Mientras, los burgaleses no acababan de encontrarse cómodos, fallaban en defensa y cometían errores al contraataque que permitieron al equipo visitante colocarse por delante en el electrónico (1-3, minuto 3).
Sin embargo, durante algunos compases los burgaleses conseguían hacer su juego, imprimían mas velocidad y conseguían darle la vuelta al marcador (4-3). Los locales trataban de mover rápido el balón para buscar espacios en la defensa 6-0 de los visitantes. Hiros BM Caserío de Ciudad Real conseguía así mantener a raya a su rival y, aunque casi siempre le tocó ir a remolque en el electrónico, no permitía que los locales abriesen brecha.

El partido estaba muy igualado, tanto en la pista como en el luminoso. La tensión era máxima y las defensas cada vez se empleaban con mas contundencia. En el minuto 15, sin embargo, llegaba una buena ocasión para los manchegos, que aprovechaban la exclusión de Adama Sako en las filas locales para colocarse con dos goles de ventaja, obligando al técnico local a pedir tiempo muerto (12-14, minuto 16).

Lo que no conseguían los visitantes era frenar a Karlov, que una y otra vez conseguía superar a la defensa visitante y mantenía vivos a los suyos, que igualaban de nuevo la contienda a 4 minutos para el descanso (18-18). Sin embargo, la falta de rotaciones en el banquillo hacía que los locales bajasen el ritmo de nuevo ante la presión de un Hiros Caserío que firmaba un 0-3 y se colocaba con 18-21. Un nuevo tiempo muerto local devolvía a los burgaleses a la pista para dejar el marcador en 22-24 al descanso.

Ya en la segunda parte, UBU San Pablo Burgos salía mejor y conseguía volver a colocarse por delante (24-22, minuto 36). Pero el Caserío no se dejó llevar por los nervios. Los visitantes volvían a hacerse fuertes en defensa ante un rival cansado que cada vez apretaba menos atrás. La poca intensidad defensiva de los locales dio vida al cuadro manchego, que cada vez se sentía más cómodo en la pista y volvía a dar la vuelta al luminoso (26-27, minuto 42).
A partir de ahí, el equipo de Ciudad Real siguió una línea ascendente ante un rival sin recursos en el banquillo que cada vez sufría mas ante las llegadas de su rival. De poco le servían al equipo local los tiempos muertos o los cambios de táctica, el equipo visitante iba abriendo brecha y a 7 minutos del final se encontraba ya a seis goles de distancia (31-37).

Parecía que el partido estaba ya sentenciado, aunque el equipo local lo intentó a la desesperada y se lanzó con todo. Defendió bien el Caserío en esa recta final y, pese a que el conjunto burgalés conseguía maquillar el resultado, nunca puso en peligro el triunfo de los manchegos.