El Centro de Integración Social de la Mujer de la Sociedad San Vicente de Paúl en Ciudad Real ha más que duplicado el número de personas que atiende, de 300 a 700, por las consecuencias de la pandemia en las familias.
Así lo ha dicho el presidente de la entidad social, Arturo Prieto, en declaraciones a lanzadigital, quien ha señalado que muchos de los usuarios de la ONG, ubicada en la calle Estación Vía Crucis, son familias que se quedaron sin trabajo ni ingresos ante los recortes de empleo en la crisis sanitaria, y otras que cobran pequeñas cantidades por desempleo o el insuficiente Ingreso Mínimo Vital (IMV).
Dichas personas acuden dos días por semana a por comida, con una cobertura media por familia de cuatro miembros “entre el 50 y 60 por ciento de sus necesidades alimenticias”, ha señalado Prieto, quien ha demandado más ayuda a entidades y particulares.
El mayor problema es la escasez de alimentos proteicos, como carnes y pescados, productos “frescos muy limitados por nuestra corta capacidad económica”. Con todo, Prieto ha agradecido la colaboración de empresas del sector como Nico Jamones o Granja Real, además de Ahorra Más, que llevan frescos y lácteos. Los alimentos no perecederos proceden en su mayoría del Banco de Alimentos.
También ofrecen prendas de vestir infantil que guardan en su ropero, además de mantas y ropa de cama y abrigo, un servicio con una demanda “más estable”.
Respecto a los cursos formativos de alimentación dirigidos a mamás jóvenes, siguen interrumpidos, según Prieto, por el parón de la pandemia.
Necesidad de atraer a voluntarios más jóvenes
Entre las principales demandas de esta ONG, creada por un sacerdote francés hace varios siglos, está la necesidad de atraer a voluntarios y colaboradores directos más jóvenes “incluso para sustituirnos» porque «somos finitos y mayores».
La institución social, con presencia en Ciudad Real desde hace más de siglo y medio, ofrece, recuerda Prieto, distintos recursos de ayuda a la mujer y a la infancia, ahora extensivo a familias «de todas las religiones y nacionalidades». Se trata de un proyecto, en el que trabajan un grupo de voluntarios como la histórica Carrmen Brasó, y la trabajadora social María Quintana, que es la única contratada.
El centro ha recibido a última hora de la mañana la visita del presidente del PP de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, en una agenda que ha iniciado con la reunión de trabajo con el rector de la UCLM, Julián Garde.