Contribuir desde el conocimiento y la palabra a que una barbarie como ésta no quede en el olvido, y que la banalidad y las postverdades no sean cómplices silenciosos son los objetivos del curso ‘Entre el silencio y el olvido. Los crímenes del Franquismo y su influencia actual’ que se ha iniciado esta tarde en la Facultad de Letras de Ciudad Real, organizado por el Centro para la Investigación y la Memoria: Mujeres, Memoria y Justicia.
Una de sus directoras María Dolores Martín-Consuegra ha señalado en la inauguración la necesidad de que tanto la academia como la propia sociedad civil pague la deuda que tiene con miles de mujeres de toda España, la mayoría relacionadas con la defensa de la República, que fueron rapadas, vejadas, humilladas y violentadas sexualmente por parte de los hombres a lo largo de la postguerra y la dictadura franquista.
El encuentro nada para “honrar y sacar a la luz la memoria de estas mujeres”, a través del “estudio del sufrimiento de las víctimas, de los que fueron cómplices, de los perpetradores, y de los testigos que permitieron, con su silencio, que aquella barbarie fuera posible y ocultada”.
Fueron miles, un número incontable “que nunca se conocerá”, ya que la ley del silencio también fue ejercida por los propios republicanos, obedientes a los códigos de la honra y el honor impuestos en el ideario rural, que “se transmitía como un código genético de buena o mala reputación”.
Pero un mapa de pueblos donde se rapó a mujeres y hubo violaciones que está elaborando Art al Quadrat (también presentes en el foro) será la punta del iceberg de los crímenes cometidos por “estas manadas con absoluta impunidad”.
El curso se desarrollará en cuatro jornadas vespertinas con diferentes ponencias, que abordarán desde distintos puntos de vista los traumas de estas mujeres y de sus descendientes, la depuración de los docentes republicanos o el análisis de la represión a través de las sentencias sobre las mujeres.
Otro asunto que tratarán es la tipificación a partir del año 1992 del delito de agresiones sexuales, a raíz de la creación del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia y Ruanda, con la celebración del primer juicio por este tipo de hechos en 1998.
Exposición
Paralelamente, se ha inaugurado una exposición con dibujos de los niños españoles que fueron evacuados en la guerra, en total unos 70.000, exiliados a través de las colonias escolares que creó el Ministerio de Instrucción Pública republicano para acoger a los hijos de los combatientes.
Las vivencias del exilio, el sentimiento de añoranza y los propios bombardeos han quedado reflejados en aquellas hojas pintadas por la infancia refugiada, según la organización, y que están depositadas en distintas universidades internacionales y centros de investigación.
La verdad completa
La delegada de la Junta de Comunidades en Ciudad Real, Carmen Olmedo, ha asegurado que “es un buen momento” para denunciar las vejaciones históricas a las mujeres, coincidiendo con el 40 aniversario de la Constitución, y para “poner en paralelismo lo que supuso la represión franquista para la mujer, frente al avance en las últimas cuatro décadas en materia de igual y libertad”.
Olmedo ha apostado por una recuperación de la verdad “pero que sea completa y no escrita desde la visión masculina”, como es el caso de las humillaciones a las mujeres en la Guerra Civil y en la postguerra “donde fueron doblemente represaliadas, por ser de izquierdas, con unas ideas políticas en defensa de la libertad, y por su género”.
Ha recordado que “los golpistas no toleraron que las mujeres obtuvieran durante la II República cierta cota de empoderamiento, autonomía y libertad”, un poder que “quedó arrasado con vejaciones y humillaciones para ser forzadas a que su lugar fuera el hogar, el cuidado de los hijos y la satisfacción del marido”.
Olmedo ha subrayado el apoyo económico del Instituto de la Mujer a la celebración de las jornadas, “muy necesarias para recuperar la memora y seguir avanzando en igualdad entre hombres y mujeres”.
Este tipo de foros, en su opinión, son imprescindibles para poner negro sobre blanco el sometimiento “silenciado” a las mujeres en cualquier conflicto bélico o dictaduras, y para “nombrarlas y para que los perpetradores sean juzgados de alguna manera”.
Madres de la Constitución
Por su parte, la alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora, se ha mostrado a favor de que estos episodios con las mujeres como víctimas salgan a la luz, porque “somos las que a lo largo de la historia hemos sufrido todas las discriminaciones y muchas veces no ha quedado reflejado en ningún sitio”.
Emocionada con los testimonios de los ponentes y las vivencias de mujeres de su propia familia “que aguantaban un día esperando para poder cobrar sentadas en el bordillo”, Zamora se ha preguntado si en la Transición no hubo mujeres “que apostaran por la Constitución y la democracia”.
Por ello, ha reivindicado a las ‘madres’ de la Constitución “que las hubo” a través de los movimientos feministas y cuyas aportaciones fueron muy importantes para el desarrollo social español.
“Las mujeres estamos en las cunetas del olvido”, una inequidad que, a su juicio, se resarce con encuentros como el foro de Mujeres, Memoria y Justicia, para que las “mujeres estemos en la memoria y entre todas hagamos justicia”.