Si en un domingo normal no suele haber mucho ajetreo, la inactividad se ha apoderado prácticamente por completo de calles y plazas vacías en este 15 de marzo. Tan sólo los que acuden a comprar el pan o la prensa en papel, así como los que llevan comida a personas mayores y los que sacan a sus animales de compañía para que hagan sus necesidades en el pipicán, se han asomado a una ciudad por lo general desierta.
Carmen Tristán, del quiosco de la Plaza Mayor, no recuerda “una soledad tan grande”” en torno a un negocio, de 68 años de trayectoria, desde que realizaron las obras para realizar el párking subterráneo. “Para el pequeño comercio que llevamos malviviendo después de la crisis, imagínate” lo que supone “este golpazo”, expone Tristán, que indica que este domingo no va a vender ni la mitad que uno normal, las ventas del sábado no llegaron ni a la cuarta parte y así lleva desde el miércoles.
En el quiosco situado junto al Mercado de Abastos, se nota el interés por comprar el periódico para leer las medidas aplicadas ante la alarma sanitaria, y se ha registrado un pequeño aumento en las ventas de revistas y pasatiempos para entretenerse como sudokus, sopa de letras y autodefinidos.
“Esta mañana cuando me he levantado y me he asomado a la ventana me he dicho ‘aquí ha ocurrido una guerra’. No había ni un alma, ni una hormiga”, asegura una residente de la zona de la Plaza Mayor, que está “todo el santo día” comunicándose con sus familiares con el whatsapp, ha bajado a por dinero al cajero automático para comprar la prensa y está decidida a ‘montarse’ hoy una terracita de bar en el balcón de su casa “y ya veremos a ver cómo vamos tirando”.
En panaderías como Pan Real de la calle Morería, donde sólo abren ya por la mañana con lo que han reducido personal, se percibe que los clientes preguntan más por los panes que mejor aguantan de un día para otro y compran mayor cantidad para congelarlo y así no tener que salir todos los días a por él. También en Artesanos Panaderos de la calle Reyes se ha notado que la gente compra más. Este domingo ha sido “más tranquilo, pero ayer fue criminal”.
El nivel de responsabilidad y preocupación de los ciudadanos varía, con personas muy concienciadas con las medidas para evitar contagios, usando guantes y mascarillas, y otras menos.
El acopio de productos durante esta semana podría hacer que hasta ni cierren bien las puertas de los frigoríficos y está presente la inquietud de que la gente pueda sobrellevar bien el aislamiento en casa durante la cuarentena. “A ver ahora cómo se aguantan tantos días de convivencia matrimonios acostumbrados a que por la mañana la mujer salga por un lado, el marido por otro y los niños por otro, y que sólo se juntaban a mediodía si es que se veían”, opina Amador.
Negocios como fruterías de barrio y lavanderías abrieron este domingo, así como establecimientos de comida para llevar como ‘El Manjar’, donde las ventas han bajado estos días un 45 por ciento. Por su parte, los pedidos a domicilio de Telepizza, cuyo comedor está cerrado al público, se redujeron este sábado a un tercio.
Gel desinfectante y mascarillas
Otro negocio que ha abierto es Maq, #Professional Make Up, situado en la calle Lanza, donde aún se pueden encontrar tres de los productos más demandados y escasos en estos tiempos: gel desinfectante, mascarillas y guantes. El responsable de este negocio de cosméticos y productos de estética e higiénicos vio “la que se avecinaba” y adquirió más existencias, por lo que aún cuenta, aunque no en mucha cantidad, con estos artículos que “cuesta mucho encontrar y cuyos precios se están elevando” hasta el punto, comentó, que se ofrecen en redes sociales medio litro de gel desinfectante a 264 euros y una mascarilla a 40 euros. En Maq, #Professional Make Up, se pueden adquirir un frasquito de 75 mililitros de gel desinfectante por 4,95 euros, a lo que va añadido el regalo de unos guantes, y una mascarilla a 1,50 euros.