Los trabajos de demolición del edificio Zoco Real, que comenzaron el pasado 8 de septiembre, agotan sus últimas jornadas cuando ya han hecho desaparecer por completo la estructura de este simbólico inmueble hasta ahora situado en la carretera de Porzuna, frente al Seminario.
Hoy solo queda un solar de cerca de 4.000 metros cuadrados cubierto parcialmente por los escombros de lo que fue un moderno complejo comercial, levantado a principios de la década de los 90 del pasado siglo, que entró en un serio proceso de deterioro hace dos décadas hasta el punto de convertirse en un foco insalubre declarado en ruina por el Ayuntamiento de Ciudad Real en 2019.
La propiedad del terreno pertenece en un 95% al grupo de distribución alimentaria E. Leclerc, empresa que cuenta con un gran centro comercial en la parcela anexa, pero que hasta ahora no ha desvelado el futuro que depara a este estratégico enclave de la ciudad. Lo que es seguro es que será otra actividad comercial o de servicios, puesto que el suelo del complejo ahora demolido solo tiene autorización municipal para usos de este tipo y no inmobiliario.
Más en este momento con las obras de la futura ciudad administrativa en marcha, presupuestadas en 30 millones de euros, en donde trabajarán cientos de funcionarios de la Junta de Comunidades que atenderán a miles de ciudadanos.
La ciudad administrativa ocupará lo que hasta ahora era el inmueble ocupado por el antiguo Hospital del Carmen, otro edificio vacío junto a Zoco Real en la carretera de Piedrabuena, que en las últimas décadas han ‘adornado’ esta entrada de la ciudad.