Ante la cruz blanca, símbolo de pureza, realizada con flores naturales por el Ayuntamiento en la Plaza Mayor comenzó esta última tarde-noche de abril el recorrido por las otras veintiocho cruces de mayo elaboradas por asociaciones y hermandades, a las que hay que sumar las confeccionadas por los alumnos de ocho centros educativos en sus colegios.

El alcalde, Francisco Cañizares, y buena parte del equipo de Gobierno asistieron a la interpretación de mayos ante la Cruz del Ayuntamiento por parte de los Coros y Danzas Mazantini, Nuestra Señora del Prado y María José Melero, que posteriormente se fueron de ronda llevando la alegría de sus canciones a buena parte del resto de cruces, donde los colectivos y hermandades convidan a los presentes a limoná y dulces tradicionales.

La asociación o hermandad ganadora de la tercera edición del Concurso de Cruces de Mayo tendrá como premio, además de 450 euros, ser la encargada de instalarla el año próximo en la Plaza Mayor, recordó la concejal de Festejos, Fátima de la Flor, que indicó que también se concederán un segundo premio de 350 euros y un tercero de 200.

El recorrido por las cruces de mayo tiene un momento especial poco antes de llegar la medianoche en el Camarín de la Virgen, donde se fraguó la recuperación de esta tradición hace cuarenta y seis años al acudir Mazantini, tras ganar la Reja de Oro en los Mayos de Pedro Muñoz, a ofrecer el galardón a la Patrona de la ciudad, resaltó De la Flor.

De flores y plantas aromáticas están elaboradas muchas de las cruces, que incluyen en muchos casos motivos manchegos relacionados con el folclore y la labranza, y también se puede disfrutar de originales propuestas como la cruz de rosas blancas confeccionadas con conchas en la marítima escena realizada por la Asociación Juvenil La Daga Dorada en la Plaza del Pilar o la multitud de mariposas, cuyo vuelo estimulan desde abajo molinos de viento en cuanto se levanta el aire, en torno a la cruz alzada por la Asociación Cultural Valkyrias en la Plaza Agustín Salido.

“Mayo, bienvenido seas, alegrando valles, caminos y aldeas”, se cantó al culminar la última jornada de abril ante el Camarín de la Virgen del Prado, con bailes y vivas a la Cruz y la Patrona de Ciudad Real.

Aunque llovió algo y hubo que abrir en algunos momentos los paraguas, muchos ciudarrealeños recorrieron las cruces de mayo como la de la Hermandad de las Palmas que, con siemprevivas blancas y lilas, tuya y eucalipto y dos palmas cruzadas, se instaló por primera vez en la puerta de la iglesia de San Ignacio para después ser colocada en la fachada; o la de la Cofradía de la Esperanza elaborada en su Casa Hermandad de la calle Refugio por el Grupo Joven en su 25 aniversario con brezo en el techo, pensamientos y flores de cardo y simbólicos elementos como el sudario, la corona de espinas, tres clavos y el cuadro de la Virgen ante el sufrimiento de su Hijo, así como siemprevivas, una cascada de agua de vida y cinco cirios.

Entre las novedades de este año, la tuna realizará un recorrido este viernes 3, a partir de las 21 horas, desde la Plaza Mayor cantando a la cruces de mayo, indicó la concejal de Turismo, Cristina Galán, que destacó el aliciente para turistas y visitantes de esta tradición.
